|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Un retrato de la crudeza de la sociedad contemporánea, la calle y sus conflictos, el mundo con la indiferencia que muchos lo observamos, pero que en realidad existe, ese es el que realiza la cineasta libanesa Nadine Labaki en su cinta “Cafarnaúm: la ciudad olvidada”, que está en la lista de nominaciones al Óscar a Mejor Película Extranjera para contender con “Roma” por la estatuilla.

El gran relato, sin tapujos ni encomiendas de restricción de ningún tipo, nos presenta el momento en que un niño, sofocado por la aplastante dinámica social en la que se encuentra envuelto en su patria, demanda a sus padres por traerlo al mundo, con el fin de redimir sus problemas.

El conflicto es aún mayor de lo que parece, pues paulatinamente la cineasta libanesa le va imprimiendo más y más carga emotiva, al tiempo que le impone más conflictos al personaje llamado Zain (Zain Alrafeea), que, de niño pequeño, se convierte en padre sustituto, al recibir la carga de un bebé que le pertenece a su protectora, quien al entregarlo con el niño pretende evitar su deportación.

Zain ahora carga con su necesidad de alimentarse, de sobrevivir, de intentar crecer en una sociedad catastrófica y al mismo tiempo tiene la obligación de mantener vivo al bebé que le han encargado.

La fotografía, llena de tonos afligidos, con primeros planos devastadores, le abona la parte desgarradora que le faltaba a esta historia, que, por cierto, está contada en flashback, con tientes de realismo muy fuertes.

La pericia narrativa de la cineasta nos hace caer y formar parte del caos emotivo, permitiéndonos percibir el momento en el que el niño prácticamente ha tocado fondo y jugando con ello con nuestros sentimientos.

En verdad, una cinta devastadora, cruda y que nos deja claro que existe una gran indiferencia social entre los habitantes de las grandes ciudades -y también de las pequeñas- ante los más necesitados, un objetivo cumplido de la cinta y de la directora.

Un filme verdaderamente intenso e interesante, por tanto, sumamente recomendable.

Solo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o sígame en mis redes sociales “CinematografoCeroCuatro” en Facebook y “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter.

Lo más leído

skeleton





skeleton