La vida humana es el fundamento de todos los bienes y los derechos, es la fuente y la condición necesaria de toda actividad humana y de toda convivencia social.
En consecuencia, debía ser compromiso de todos respetar y proteger la vida desde la concepción y hasta la muerte natural.

En estos momentos estamos a nivel nacional frente a una amenaza que tiene como objetivo atentar contra la vida, pues existen numerosas iniciativas de ley que se han presentado en los poderes legislativos de orden federal o estatal y pretenden legalizar el aborto, la eutanasia así como también la despenalización de drogas como la marihuana o el cultivo de la amapola.

Los mexicanos no queremos que esta cultura de la muerte vaya permeando en nuestra sociedad y por ello los ciudadanos en las distintas ciudades de la República se han dado cita en la calle para alzar la voz por los que no tienen voz. Las diferentes marchas sinergizadas llevan ya cientos de miles de personas y aún faltan otros sitios por manifestarse.

Yucatán no será la excepción y espera que este 28 de septiembre mucha gente salga de la comodidad de sus hogares para expresarse libremente por la defensa de la vida y las libertades más fundamentales.

Con el hashtag #AbrazandoAMexico y #AlzaLaVoz podemos influir desde cualquier sitio donde nos encontremos si es que no podemos acudir a la cita, ya que de este modo se aprovechan las redes sociales para hacerse eco en la sociedad y para mantener informados a todos aquellos que quieren saber en tiempo y forma el desarrollo, alcance y participación de los mexicanos que no queremos que se pierdan vidas pues sabemos que el mayor capital que una nación puede tener es justamente el humano.

México tiene un pequeño bono demográfico pero de revertirse esta cifra empezaremos a sufrir lo que países de Europa están sufriendo por tener políticas públicas que fomentan el exterminio de los niños en gestación con el aborto, o de los adultos mayores con la eutanasia, por carecer de políticas públicas con perspectiva de familia para que las parejas tengan bebés y por alentar con legalización de drogas otro tipo de muerte lenta entre los que son adictos.

Hay muchas razones para alzar la voz, para demostrar que en Yucatán somos una sociedad que mayoritariamente defiende y promueve el valor de la vida, de toda vida en cualquiera de sus etapas.

Las mujeres que se encuentran frente a un embarazo inesperado no necesitan como política pública el acceso al aborto, sino que les apoyen para salir adelante, que se adecuen las leyes para que el varón que haya procreado con ella no la deje sola, que haya corresponsabilidad de los padres cuando sus hijos menores de edad queden “embarazados”, para que esta nueva vida no se pierda por la irresponsabilidad de quienes adelantan una vida sexual activa sin atenerse a las consecuencias de sus actos, para que se les apoye en la continuación de sus estudios y no queden confinados a una vida de pobreza por no poder tener mayores oportunidades al truncar su educación.

Este 26 de septiembre se conmemora el Día de la Prevención del Embarazo Adolescente, oportunidad para reflexionar cómo nos acercamos a los jóvenes para que sueñen en grande y puedan cumplir sus metas, para que conociendo el valor intrínseco de la vida aprendan a tomar mejores decisiones pues el futuro está en sus manos.