|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Como es costumbre en salud, sin pena ni gloria transcurrió otro de esos días mundiales establecidos por la OMS, me refiero al Día Mundial del Alzheimer (21 de septiembre), e inconscientemente fuimos víctimas del olvido colectivo sobre el tema.

Tan solo en nuestro país existen alrededor de 11 millones de adultos mayores de 60 años, de los cuales aproximadamente el nueve por ciento sufre algún tipo de demencia, dentro de la cual destaca la descrita por el psiquiatra y neurólogo alemán Alois Alzheimer en 1906.

Por lo general, el síntoma inicial es la inhabilidad para adquirir nuevos recuerdos, pero suele confundirse con actitudes relacionadas con la vejez. A medida que progresa, podemos detectar confusión mental, irritabilidad, agresión, cambios en el humor, trastornos del lenguaje y pérdida de la memoria a corto plazo, finalizando este transitar irreversible con la pérdida de funciones biológicas y muerte.

Todos estamos ocupados en conocer desde muy temprana hora quién hizo o dejó de hacer algo en política, si airadamente los partidos se enfrentan por determinado tema o si fulanito o zutanito salieron otra vez en la foto. Lo efímero e intrascendente sustituye lo valioso y medular del ser humano –su vida-, para perdernos en las formas, ¡qué pena! Entre tanto, en muchos hogares yucatecos viven congéneres que progresivamente están perdiendo la memoria, su capacidad de aprender, razonar, formar juicios, comunicarse y llevar una vida dignamente saludable.

Algunos se dirán: esta enfermedad le sucede solo a la gente grande; por lo que les preciso que si bien se presenta con mayor frecuencia entre individuos de más de 65 años de edad, también puede afectar a los adultos jóvenes. Cuatro de cada 100 personas menores de 70 años lo padecen y la tercera parte de la población arriba de los ochenta años la adquirirá. Ocupa el nada despreciable noveno lugar como causa de muerte en nuestro país.

Sé que vivimos una vida agitada, donde la ansiedad, recelo y agitación son las constantes, pero es necesario destacar en forma oportuna lo que sucede cuando de patologías actuales, pero poco conocidas, hablamos. Tenemos derecho a elegir qué ver, qué hablar, qué comprar, qué comer, pero no olvidemos que vivimos inmersos en un colectivo, donde los problemas de otros también pueden volverse nuestros y por lo tanto debemos sumarnos a los esfuerzos particulares y cultivarnos en las áreas de salud y educación comunitaria.

Conviene que se analice la posibilidad de incluir dentro del programa de atención a los adultos mayores pruebas cognitivas una vez que cumplan los 60 años, favoreciendo de esta manera la detección precoz del Alzheimer. Esta acción nos permitirá establecer estrategias preventivo-educativas desde los hogares. En el camino andamos y como los ves te verás.

Lo más leído

skeleton





skeleton