|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Debemos saber que solo siendo vulnerables podemos ofrecer y aceptar el amor. La única oportunidad para llegar profundamente al amor es arriesgarse a dar todo lo que se tiene.- Thornton Wilder, dramaturgo y novelista

La vida está llena de mensajes. El amor ansía la libertad. El amor es siempre libre. Se da y se recibe libremente; también necesita libertad para desarrollarse. Cada persona desarrollándose en amor encontrará su propio camino al amor. No podemos obligar a los otros a seguir nuestro camino, solamente podemos animarlos a que encuentren el suyo.

Carlos Castañeda, en su interesante libro “Las enseñanzas de don Juan”, dice: “Has de tener siempre presente que un camino es solamente un camino; si tú crees que no has de seguirlo no debes quedarte en él bajo ninguna circunstancia…”.
Yo digo: cualquier camino es solamente un camino y no es debilidad dejarlo si tu inteligencia te dice que lo dejes. Tu decisión de seguir en el camino o de abandonarlo ha de estar libre de temor y de ambición.

Examina todos los otros caminos con cuidado y detenimiento para después plantearte una sola pregunta: ¿este camino tiene corazón? Todos los caminos son lo mismo. Lo verdaderamente importante es si el camino tiene corazón porque si lo tiene es bueno y si no lo tiene ¡no sirve! Cuando tiene corazón proporciona un buen viaje y te hace fuerte; si no lo tiene, te hará triste tu vida y te volverá débil. Cada persona puede juzgar por sí misma cual es el camino que tiene corazón.

El amor nunca impone direcciones, pues sabe que forzar a alguien es darle un camino que nunca será bueno.

Se tiene que ser libre para seguir su propio camino, como lo escoja, a su paso y ritmo personal. Libre de cometer sus propios errores para aprender de ellos.

El amor escucha sus propias necesidades. La sociedad tiene muchas reglas y normas para encontrar el amor y la aceptación social. Muchas veces se está tan convencido de lo que otros creen, dirán o pensarán, que se deja de escuchar lo que uno cree, piensa y dice. Estamos atrapados en cosas triviales que nos han dicho y que solo nos apartan del amor.

Recuerda que el amor escucha sus propias necesidades y su propia voz, reconoce sus necesidades físicas y emocionales. Ve, tanto como mira, y escucha tanto como oye. El amor acaricia. El amor es libre y no puede quedarse si no lo es. El amor encuentra su propio camino, establece su propio paso y viaja seguro y confiado. Reconoce y aprecia su singularidad. El amor exige que seamos fuertes, ya que es el mayor reto de la vida.

¡Ánimo!, hay que aprender a vivir.

Lo más leído

skeleton





skeleton