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Octubre es un mes en que las condiciones meteorológicas empiezan a cambiar, la llegada del otoño y el equinoccio, que tuvo lugar el 28 de septiembre pasado -cuando el sol salió a las 6:49 y se ocultó a las 18:49, dando lugar a la igualdad del día y la noche en la Península de Yucatán-, y a partir de ese momento las horas de luz son menos que las de oscuridad. Esto dará pie a que ocurra más adelante la noche más larga, lo que sucederá en el solsticio de invierno el próximo 22 de diciembre.

Ahora, al ser poco a poco las noches más largas, las masas de aire frío del Polo Norte podrán desplazarse con más facilidad hacia el sur, dando lugar al comienzo de los frentes fríos que en Yucatán se inician a partir de la segunda quincena de octubre, pero en el resto del país empezaron el 20 de septiembre, sobre todo en la parte norte y noroeste del terrotorio nacional.

Octubre es mes de transición: se acaba a principios la parte fuerte de la temporada de huracanes y poco a poco va desapareciendo el peligro y en Yucatán ya para fines de mes se podrá decir que la libramos, aunque oficialmente se cierra hasta el próximo 30 de noviembre. La temporada de lluvias también tiene fin en este mes, ya que a mediados se acaba en forma oficial, aunque se puede adelantar que este año estuvimos por debajo del promedio y que la época lluviosa, que va de fines de mayo al 15 de este mes, nos quedó a deber, pues salvo julio, en que estuvo por encima del promedio, los demás meses, sobre todo junio, agosto y septiembre que siempre son los más lluviosos, se mantuivieron por debajo del promedio.

No ha sido una buena temporada de lluvias ésta de 2019 y abundando en este tema a la Península le fue muy mal, ya que toda la parte este sufrió de una sequía atípica, el estado de Quintana Roo, las zonas noreste, este y sureste de Yucatán y toda la parte este del estado de Campeche, incluyendo a la vital reserva de Calakmul, sufrieron de una severa sequía con acumulados de lluvia muy por debajo de lo esperado, al grado de que se perdieron las cosechas de temporada, tan importantes para la venta como para el autoconsumo de campesinos de esas regiones; de las aguadas, lagunas y ríos del sur de Quintana Roo muchos se secaron o sus niveles de agua están al mínimo, una situación que no se veía en muchos años.

En esta sequía mucho tuvieron que ver las ondas tropicales pasaron muy al sur o vinieron con menos humedad; también influyó la falta de sistemas tropicales tanto en forma de bajas presiones como de depresiones tropicales y la ausencia de ciclones que directa o indirectamente aportan gran cantidad de lluvia.

Hablando de los ciclones tropicales hasta el momento la Península los ha librado; nos ha ido bien, pero la destrucción causada por Dorian en las Bahamas es muy triste.

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