El tiempo en versos

Mis ojos se detienen en los versos de alguien a quien vengo leyendo desde nuestros inicios como estudiante.

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He mencionado antes que las coincidencias de la vida nos llevan hacia las letras a las que nuestros ojos han de llegar. En este momento, mis ojos se detienen en los versos de alguien a quien vengo leyendo desde nuestros inicios como estudiantes de literatura. El tiempo pasa, a veces corre, pero las voces son las mismas; enunciamos las proyecciones de nuestro ser aun cuando los años nos cambien la perspectiva. Dejamos de amar unas cosas para buscar y plantarnos en otras.

Bitácora del tiempo que transcurre (2015), del poeta David Anuar González Vázquez, es un libro que recopila ocho poemarios que fueron escritos de 2009 a 2014; en ellos, tanto el tiempo como las letras transitan y cambian, ha sido un recorrido que supone crecer en versos.

En el prólogo del libro, encontramos una advertencia amable, como si se tratara de un conocimiento vital para el total disfrute de los versos que habitan en las páginas siguientes. David Anuar dice: “Estas páginas no son más que la acumulación del tiempo y la poesía sobre mi propia existencia”. Pensar el tiempo es escribirlo; poetizarlo y encontrarse en el camino.

El mapa e índice que sirve de guía previa para la lectura señala un camino hilado primeramente por Arañas en la memoria, mismas que urden un sendero hasta los Erogramas, donde las palabras y los versos guían el movimiento de los ojos para llegar a las Carnalidades; el paso siguiente es natural de frente a Desnudez.

Nos movemos ahora hacia Lagos de sal mientras las gotas de agua se convierten en Cenizas de mar. Continuamos buscando Caminos, Destellos. Tenemos también, una invitación para descansar bajo El flamboyán de la memoria, buscando Los rastros del amor y Poemas sueltos. Ocho estaciones que conllevan sentimientos específicos, versos que se quedan.

En alguna ocasión, David Anuar me dijo que yo llevaba la pluma cargada hasta la virtualidad, devuelvo ahora la frase diciendo que él lleva los versos a través de su tiempo, un tiempo que llega hasta el nuestro. El de Mónica, el de Loly, el mío.

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