La perrita que se volvió mujer

Los mitos de fundación tratan de explicar el origen de las cosas del mundo. Este es un relato sobre eso.

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Los mitos de fundación tratan de explicar el origen de las cosas del mundo o del mundo mismo. El relato que se presenta ahora lo recopiló Enrique Eroza Solana entre los antiguos pueblos tepecanos que habitaron la parte norte de Jalisco y el sur de Zacatecas.

Después del diluvio, Dios puso al hombre sobre la tierra firme y le dio un hogar. De inmediato, el hombre se fue a trabajar la tierra para lograr el maíz. Una perrita vino a la casa y se quedó esperando al hombre. Cuando éste llegó, vio a la perrita. Se dio cuenta de que el animal no quitaba la mirada de la cesta que estaba colgada del techo de la casa. Miró en el recipiente y vio dos tortillas gorditas. El joven se preguntó quién las podría haber dejado. Se comió una y dio la otra a la perrita.

Al otro día volvió a su trabajo y se repitió todo, pero en esta ocasión había tres gorditas en el cesto. Se comió dos y le convidó la tercera a su pequeña compañera canina. Llegó el día en que este hombre encontró cinco gorditas en la misma canasta. Muy intrigado por esta situación, decidió espiar su propia casa para saber quién traía las gorditas. Fingió que fue a trabajar y se alejó un poco, pero regresó muy pronto. Entonces vio a una niña salir de la casa para tirar agua de nixtamal.

Se acercó más y vio la piel de la perrita colgada en un árbol. La tomó y decidió quemarla. Cuando la niña lo vio, le preguntó por qué le quemaba su ropa. El recopilador no dice qué respondió el hombre, pero la niña ya no se volvió animal de nuevo. Se quedó como persona para siempre. Ella tuvo algunas heridas por haber perdido definitivamente la antigua piel. Con mucho cuidado, el joven le curó las lesiones rociándole pinole.

Así siguieron viviendo. El hombre trabajando la tierra y la niña haciendo tortillas para que ambos comieran. Pasaron siete años sin pecar hasta que la mujer quedó grande. El mismo Dios, que los había colocado en este lugar, les impuso que pecaran. Entonces tuvieron muchos hijos, tantos que con ellos se pobló el mundo.

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