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Aún no logra “desaparecer” al Puerto de Progreso, y la “turistera” aprovechó desaparecer, ella sí, en Berlín, Alemania, que data del siglo XIII, tal vez para ejercitar sus poderes mágicos prestidigitadores, con el pretexto de una feria, la ITB 2019, que se realiza desde 1966.

La Columna Viernes Cultural y El Transcriptor revisan los cuestionamientos hechos en apenas cinco meses de actividad gubernamental, iniciados con el hasta hoy frustrado anuncio de la “desaparición” del bello puerto de Progreso de Castro; seguida por la declaración de “persona no grata” por un líder progreseño; y ahora, por el viaje en clase fifí (diría el clásico) a una feria turistera, allá en el viejo mundo.

Lo que no se ha informado hasta hoy es cuánto costó el viaje berlinés, cuál fue el consumo del periplo, la suma de los gastos viajeros, hoteles, comidas, viáticos, compras de recuerdos, el boleto en clase de lujo, acaso ¿tintes de pelo?
Los queridos de los viernes quieren saber a cuánto ascendió el derroche turistero, de qué partida presupuestal salió, el desglose del gasto de la “turistera” sus acompañantes, si los hubo, o de la supuesta delegación yucateca. Lo único que se sabe hoy es un trivial boletín de prensa, que asegura que Yucatán “cautivó” a los berlineses. Tampoco son noticia pública los resultados de la excursión, si se lograron negocios o no, y detalles de los mismos, y qué y con quiénes se acordaron, en su caso.

Algo anda mal en el negocio: mientras la “turistera” sube a las nubes para ir a Berlín, el sector “baja”: el INAH informó a Novedades Yucatán que “el turismo internacional que visitó las zonas arqueológicas mayas y museos del Estado disminuyó en un 6%, y que el número de viajeros extranjeros que llegaron a Yucatán decreció en un 12.23%”.

En el portal de la dependencia ejecutiva, que teóricamente debe “instrumentar políticas, programas y acciones encaminadas a promover, incentivar y estimular las actividades turísticas de la entidad”, se anuncia no “lo que el viento se llevó”, sino las ferias que vendrán. Es decir, para seguir “turisteando”.

Así que, quizá, no habrá tiempo de desempacar las maletas, sí para las reservas en clase de lujo, para viajar a Miami, en abril; Costa Rica, en mayo; San Diego y Los Ángeles, en agosto, y Londres, en noviembre. Se afirma que los “enfoques” serían, para los dos primeros, de “cruceros”, el tercero, de “Blitz y Trade” (comercio), y el último, de “Leisure” (ocio).

¿Y la República, a’pa, es inexistente para la turistera? No, responden al unísono los también próceres de los viernes, “ni maíz, paloma”. Claro que “turisteará”, seguro, “abuelita de Batman”. De abril a noviembre, habrá excursiones a Chihuahua, Hermosillo, Acapulco, Villahermosa, Tuxtla y Tijuana.

De solo ver cuánto trabajo turistero, cuánto viaje en clase fifí, cuántas maletas, cuántas mudas de ropa, ah y cuánta “feria” en dólares y euros llevará para gastar en las ferias, que mejor aquí abren un paréntesis en su “poder de la pluma”, y La Columna Viernes Cultural y El Transcriptor descansan, beben sendos espressos dobles, por supuesto en tazas de porcelana china, de las dinastías de Shang y Zhou.

De nada… Saludos…

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