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La Columna Viernes Cultural desapareció misteriosamente desde el martes pasado y El Transcriptor estaba muy preocupado por la integridad física de su querida de los viernes. Fue a la Fiscalía y no lo atendieron, porque seguían apagando el fuego que ocasionó una declaración interna de que a las mujeres “deberían prenderles fuego”, bueno sí le dijeron que regresara mañana, y quedó más angustiado.

Y así pasó el miércoles y el jueves y hasta hoy muy temprano en que apareció, ya que “no andaba muerta ni de parranda”, estaba en una misión casi imposible y secreta, que resultó infructuosa al final del día. Lean su explicación:

La reforma constitucional en materia educativa, en vigor desde mediados de mayo, ordenó expedir las leyes secundarias en un plazo que venció ayer jueves 12, específicamente dos: La “Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros” (sic), y la ley del organismo para la mejora continua de la educación. A punto de concluir el plazo, el líder de los diputados federales de Morena dijo que “tendría que ser un milagro” la aprobación de dichas normas jurídicas, y que más bien se “discutirán y votarán hasta finales de septiembre”.

Esta expresión bastó como santo y seña para que La Columna Viernes Cultural se lanzara a una cruzada en ayuda de la 4T, y corrió a la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, a ver a la Morenita para auxiliar a los morenistas.

Antes, agarré mi lista, obtenida de la novela “Santitos” de María Amparo Escandón, y puse de cabeza, por cualquier cosa, a San Pascual Bailón y San Gerardo Mayela, patronos de las amas de casa; San Isidro, patrón de las lluvias; San Rafael Arcángel, patrón de los caminos y de los viajeros; San Francisco de Asís, patrono de los animales; San Antonio de Padua, especialista en formar parejas; San Pafnucio, patrono al que se le reza para encontrar objetos perdidos y mujeres que han tomado el camino de la perdición; San Judas Tadeo, santo para casos desesperados; Juan Soldado, patrono de los ilegales; Santa Artelia, patrona de las víctimas de secuestros; Santa Alodia, patrona de niños que sufren de abusos.

Y regreso, como dijo ya saben quién, “moralmente derrotada”. Lo atribuyo a que se atravesó la CNTE con sus exigencias casi incumplibles, en sus transacciones con Palacio Nacional. Primero “tomaron” San Lázaro, sede de la Cámara baja, y ahora reclaman se enseñe a los alumnos de la escuela pública “la lucha social, desobediencia y resistencia”, como parte de su “proyecto de educación alternativa”.

Estuve en la Basílica la noche del martes, todo el día del miércoles, las 24 horas del jueves, y las primeras del día de hoy, y nada. Todo el tiempo orando, y no llegó.

¿¡Qué o quién!?, exclama al borde de la desesperación el erotómano de su vida.

Qué más, chulito, el “milagro” de la legislación, el “milagro” de las leyes, el “milagro” que esperaba el líder de los morenistas, que, en lugar de trabajar, siguen esperando la “línea” que sí hará el “milagro”.

De nada… Saludos…

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