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El Transcriptor lee en alta voz, después de marchar en silencio por “Mérida en Domingo”, sin haber sido “gaseado”, y lo escucha La Columna Viernes Cultural:

-“Mensa es una organización internacional sin fines de lucro fundada en 1946 en Oxford, Inglaterra, con la intención de identificar a personas de todo el mundo con elevado cociente intelectual. Actualmente cuenta con 100,000 miembros en más de 100 países y es la High IQ Society más reconocida mundialmente”.

Yo soy el corresponsal en Yucatán, dado mi superdotado intelecto, y, como seguramente recuerdas, también pertenezco al club más exclusivo del mundo, el que registra menos socios hasta donde se tiene noticia, solo tres: HUM
(HUM son las siglas de “Humanistas Unidos de México”, y para los amigos, es el sonido onomatopéyico que produce un largo, delicioso trago de una cerveza bien fría, como el desprecio de una mujer, al decir del poeta Humberto Lara y Lara. En el HUM me he quedado solo, ya que los vitalicios presidente y primer vicepresidente han fallecido. Yo soy el segundo vicepresidente, y aún no he sesionado para admitir a otros miembros a este selecto club).

Enterada del asunto, la querida de los viernes hace su solicitud a Mensa, avalada por su querido de los viernes, ingresa como miembro de pleno derecho, y juntos, “ambos dos” (como se dice) se van a festejar el acontecimiento.

En pleno ágape, el también prócer de los viernes recibe una propuesta de La Columna Viernes Cultural para que ingresen a Mensa algunos servidores de la administración pública, de hoy y del pasado inmediato.

El corresponsal yucateco revisa y califica cada uno los expedientes de los candidatos y dice que no puede revelar los nombres y apellidos de los interfectos por tratarse de datos personales, protegidos por la ley de la materia.

Hecha la evaluación, El Transcriptor resume, en atención a la transparencia que se practica en esta columna: El promedio de coeficiente intelectual de una persona varía entre 90 y 110. Ninguno de los evaluados será admitido, la mayoría tiene una puntuación de CI inferior a 69. Hay casos alarmantes, dos con cifras menores de 60 -ambos, ayer, con altos cargos en secundaria y educación básica-, y hoy son muchos, en casi todas las oficinas gubernamentales, los que llegan apenas a 50. Así que ninguno podrá entrar a la organización.

¿Y cómo estuvieron y están en la administración presente? Tal vez, dice el erotómano, por concesión graciosa de altos mandos, ya que generalmente están emparentados por la institución nacional que domina la política mexicana: el compadrazgo.

Pero no se preocupen ni alteren, ya están inscritos en otro club exclusivo y universal, el de “Mens-os/as”.

De nada… Saludos…

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