La Columna Viernes Cultural se regodea con la llamada prensa del corazón, se burla y divierte con las extravagancias y excentricidades de los famosos, artistas, y miembros de las casas reales, no obstante que ella se declara republicana, y ahora partidaria de la 4T. Prefiere, precisa, las frivolidades y rarezas de la realeza española.

Por ejemplo, le recita al erotómano de su vida, que bebe su espresso doble, en su taza de porcelana china, de las dinastías de Shang y Zhou: Una cliente frecuente es la actual esposa del rey español, que si viste de rojo, que si usa pantalón o vestido, que si se lleva bien o mal con su suegra, que si tiene manos de vieja, que ya pinta canas, que nació “para llevar tiaras”, que su casa, la Casa del Rey, tendría en 2019 un presupuesto de más de 7.9 millones de euros.

La plebeya fue una periodista y presentadora de noticias en la televisión española, antes de convertirse en reina en 2014. Su primera tarea real fue asistir, luego de la coronación de su esposo, al “besamanos” de los más de dos mil invitados a la ceremonia.

Y así te podría contar mil cosas más, informa la hoy (solo hoy) “Baronesa de El Poder de la Pluma”, ayer y mañana seguirá siendo La Columna Viernes Cultural, quien agrega como noticia de última hora y en exclusiva para los lectores de esta columna:

La reina asistió a la reunión de una fundación española vestida “con un conjunto en rojo con jersey abotonado en la manga y pantalones culottes”, y la prensa rosa destacó que ella “ha vuelto a recurrir a los pantalones culottes rojos en un perfecto look para ir a trabajar”.

Algunos la criticaron, pero no saben nada de la moda real, además que son envidiosos, asegura la Baronesa.

A ver, a ver, farfulla El Transcriptor, con cachucha de maestro de historia universal, a quien la secretaría estatal de Educación aún le debe su incentivo económico luego de resultar docente destacado en la evaluación del desempeño en 2017, no hay nada nuevo bajo el sol:

Según la Wikipedia, “durante la Revolución francesa de 1789 se llamó “sans culottes” (significando «sin calzones») a los revolucionarios, metonimia de la forma de vestir de los campesinos franceses que llevaban pantalones en vez de calzones, prenda mucho menos distinguida para el gusto de la época”.

“Los culotes fueron una parte común de los uniformes militares durante la guerra europea del siglo XVIII y “la palabra culotte proviene del término francés cul, que designa familiarmente las nalgas”.

Aunque por asociación de ideas, así consideraríamos a quien tiene un abultado trasero, y diríamos que tiene un enorme “culote” (en español, no en francés).

Y sentencia: La reina no tiene, digamos para ser sinceros, un real “culotte”, luego entonces, no calificaría para Miss Bumbum.
De nada… Saludos…