La maravillosa herencia de mitos y leyendas mayas que poseemos como parte de nuestro patrimonio cultural contiene todo para poder considerarse literatura fantástica, así lo ha visto el escritor Ramón Valdés Elizondo, quien ha sabido descender a las profundidades de Xibalbá para obsequiarnos una saga compuesta de aventuras, terror y suspenso que tienen como escenario los lugares emblemáticos del Mayab. Tomando de origen la leyenda del Enano de Uxmal, el escritor ha desentrañado los misterios que envuelven a los personajes de esta historia, cuya protagonista es la maga y hechicera Boox Nikté (Flor negra), discípula de Ajbeh, un poderoso y anciano hechicero.

“Flor negra” es una trilogía, la primera parte es “El címbalo de oro”, seguida de “El rey adivino”, ambas ya disponibles para su lectura, y en espera de la tercera y última parte, “La hija de la noche”. Valdés Elizondo ha sabido tejer una gran historia, que deja a sus lectores expectantes en todos los sentidos, no solo por la maestría con la que construye la intriga, sino también por el ambiente que rodea la narración, pues, junto con Boox Nikté, nos adentramos a conocer a seres mitológicos mayas a veces monstruosos y a la vez mágicos que logran recrear con gran acierto la cosmogonía maya y sentir como lector que estamos dentro de ese mundo plagado de seres míticos, de magia y algo de terror en el Mayab.

No es pues ni casual ni fortuito el éxito de esta saga fantástica mexicana por la cual su autor obtuvo el Premio Internacional de Literatura “Escritores del mañana”, que otorgan el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y la Asociación de Editoriales de México. Ramón Valdés ha logrado además que miles de personas miren a la Península de Yucatán con otros ojos, más allá de los que solo miran la pirámide de Chichén Itzá o la del adivino en Uxmal, pues ha logrado recrear un mundo maya mítico y ancestral en el cual el lector querrá adentrarse cada vez más junto con la protagonista y sus demás personajes.

Adicionalmente debiera decir, con justa razón, que Ramón Valdés es el escritor más comprometido con sus lectores que yo conozco, entre sus dos pasiones, la escritura y la pintura, se da tiempo para la promoción de sus novelas con público lector de todas las edades que siempre queda cautivado por su elocuencia y sus historias de un pasado que debiéramos conocer mucho mejor; por eso “Flor negra” es el mejor pretexto para adentrarse en la historia y la mitología de nuestros antepasados, nuestro patrimonio cultural que de no valorarlo se diluirá con las nuevas generaciones o visitantes que solo ven lo tangible. Esperamos que el éxito de la saga siga creciendo, y así como él les augura a todos sus lectores en sus charlas y dedicatorias, le deseamos también ¡Buen camino, caminante!