"México está de pie"

Oaxaca intenta incorporarse, pero la devastación que dejó el terremoto en su comunidad la tumba, se ha quedado sin nada.

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Oaxaca intenta incorporarse, pero la devastación que dejó el terremoto en su comunidad la tumba, se ha quedado sin nada. El único sustento es el recuerdo de lo que fue su hogar; los oaxaqueños aún tienen manos para trabajar, dan gracias por estar con vida.

En México no cesa la búsqueda de sobrevivientes. Ahí se concentran soldados y la sociedad civil. Hombres y mujeres que exponen su vida para salvar a otros. No obstante, el descanso se requiere, sin embargo algunos llevan más de 24 horas sin dormir y, a pesar de eso, lo único que quieren es continuar con las labores de rescate, escuchar una voz entre los escombros para cavar por un destello de esperanza. Por esta razón cada estado de la república ha enviado brigadas de apoyo: bomberos, paramédicos, médicos generales, etc.

Hasta el momento de escribir estas líneas, ascendía a 321 el número de muertos a causa del sismo del pasado 19 de septiembre.
“La vida es resistente”, me aferro a esta frase y coincido con Elena Poniatowska, cuando dice que aún existe la posibilidad de encontrar a un ser humano debajo de los pedazos de pared, escritorios deshechos, tuberías rotas, partes de lo que fue una oficina o de lo que fue un hogar…
La destrucción, la tristeza y la esperanza se encontraron en el mismo camino hace una semana.

La compasión como esencia espiritual ha conmovido a todo el país causando la unidad, se ha vuelto más sólido, listo para tenderle la mano a los hermanos que lo necesitan. Millones de personas, desde niños hasta adultos mayores, se han reunido en escuelas, parques, centros de convenciones y otros lugares habilitados como sitios de acopio. Asimismo, el sector privado abrió sus puertas para contribuir al ofrecer sus servicios de manera gratuita o reuniendo víveres para empaquetarlos y enviarlos a las zonas damnificadas.

Este es el pueblo mexicano, es el amor a su patria. Sí es posible la reconstrucción, los esfuerzos siguen, la esperanza persiste. ¡México te quiero mucho!

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