El tren revive la Reserva Cuxtal
El poder de la pluma
En la declaratoria de 1993, en donde se manifestaba como zona de conservación, la Reserva Ecológica Cuxtal contaba con 10,757 hectáreas y en su preservación se esperaba que coadyuvara al mejoramiento de la población; también se pretendía que contuviera la expansión urbana hacia el sur del territorio citadino; uno de los objetivos ecológicos importantes era que logrará la recuperación y mantenimiento de los mantos acuíferos necesarios para una ciudad con alto índice de consumo del líquido vital. La flora y la fauna quedaban protegidas en teoría. Pero, siempre, a los buenos deseos los superan las realidades. En la actualidad la Reserva Cuxtal ha sufrido depredaciones desde la mancha urbana como del uso indiscriminado de la flora, cacería furtiva y aprovechamientos sin control de los recursos existentes.
El proyecto del Tren Maya (TM) que atravesará la Reserva Ecológica dará un respiro en la conservación y recuperación de este órgano ecosistemico indispensable para el mantenimiento de la calidad de vida de los habitantes de la zona aledaña, así como el bienestar de los emeritenses. El anuncio realizado por Fonatur, organismo federal encargado de la construcción del TM, de aplicar 189 millones de pesos en la restauración de esta zona ecológica es una de las aportaciones directas de este megaproyecto de movilidad con vocación turística y de carga y llega en un momento en el cual la reserva solicitaba auxilio para supervivir.
La reserva ha perdido mucho de su territorio original, unidades habitacionales y asentamientos humanos irregulares han deforestado y depredado el territorio protegido, convirtiéndole en basureros clandestinos y en la utilización no aprobada de diversas formas de uso del suelo con residuos contaminantes. El material pétreo extraído por la industria de la construcción se encuentra denunciado por oquedades desérticas de la flora características de la región.
El saneamiento básico del manejo de los residuos sólidos, así como la creación de las condiciones óptimas para el hábitat de la biodiversidad existente y educación ambiental, sumados a prácticas emprendedoras que permitan la industria del ecoturismo como una fuente de ingreso para la población del sur profundo e invisible, son algunos de los propósitos que se pretenden como beneficios directos de este megaproyecto integrador de la península con otras regiones del país.
Según los informes de Fonatur, el TM requiere de 30 hectáreas que representan el 0.28 del total de la reserva y dados los protocolos de prevención del daño ambiental producido por el megaproyecto, puede afirmarse que los beneficios serán de indudable mejoría para el ecosistema del sur de la ciudad.
El olvido del sur invisible ubicado fuera del periférico es un pendiente de las autoridades locales, el tramo del Tren Maya que recorrerá la Reserva Ecológica Cuxtal, de forma planificada puede convertirse en el detonador tan esperado para integrar a las comisarías y subcomisarias al desarrollo que tienen otras partes de la ciudad. (Continuará)