|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

La columna Viernes Cultural se queja ante El Transcriptor: no es posible que haya “James Bond” en nuestros asuntos periodísticos o no, íntimos o casi, de vecindario o de la urbe, de la familia cercana o ajena, no es posible, es inadmisible.

Ya no voy tranquila al baño, no puedo leer con calma Milenio Novedades, que tal si alguien me acecha.

-¿Por qué te quejas, acaso te han espiado a ti también, si no eres periodista? ¿Te crees la divina garza? Ya hay muchas en el patio.

-No, es que yo creo lo que publican y padecen los periodistas.

-¡Tú, zopenco, cuídate de los teléfonos inteligentes, los pegasos sí existen, están volando! Puedes ser el próximo en ser espiado, a ver si así te sigues riendo.

-¿Yo? ¿Enloqueciste? ¿Que me espíen ahora? A mí, desde tiempos inmemoriales me espía Patarax, al grado que ya casi no me tortura, sabe que ya hay una ley contra esas prácticas.

Simplemente tengo que responder a su interrogatorio:

A quién le hablaste, a qué hora, estabas sentado o agachado, desde dónde, qué estabas haciendo, quién te oyó, cuánto tiempo tardaste, desde qué teléfono hablaste, qué dijiste, qué te dijeron, a qué número te comunicaste, y así ad nauseam…

De nada… Saludos…n

Lo más leído

skeleton





skeleton