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¿Cómo una cebolla nos puede ayudar para saber si el agua que se consume está contaminada? El proyecto CBOYA tiene como prioridad utilizar a la cebolla como bio-indicador de contaminación, con el fin de detectar la presencia de hidrocarburos aromáticos, policíclicos y plaguicidas organoclorados.

Este bioensayo consta de diferentes etapas; la primera, es la toma de muestra de agua que fue el agua superficial de la comunidad de Sisal, evaluando agua marina, ciénaga y nacimientos de agua. Dado los niveles de salinidad de las aguas costeras y que esto interfiere con el crecimiento de las cebollas procedemos a hacer una extracción en fase solida de los contaminantes para después reconstruirlas con agua destilada para que las cebollas puedan sobrevivir, según precisa Aldair Uribe, estudiante de Licenciatura de Ciencias de la Tierra que, en coordinación con la Facultad de Química de la UNAM, en Sisal, realizan la exploración.

El siguiente paso es la preparación de las cebollas, en la cual, a las cebollas adquiridas se les remueven las primeras capas y se hace un corte en el primordio radicular, con el cual esperamos la generación de nuevas raíces ante la presencia de muestras de agua.

La exposición a las muestras es parte de la tercera etapa, donde se expone a las cebollas por 40 horas a agua destilada para generar un crecimiento en las raíces, posteriormente se exponen 24 horas más a la muestra de agua con los contaminantes. En este paso se obtiene una primera variable, que es el crecimiento radicular, en el cual se mide cuánto crecieron las raíces de las cebollas, mientras fueron expuestas a las muestras de agua. Esto es importante porque el crecimiento radicular puede inhibirse si los niveles de contaminación son muy altos. Pasado el periodo se extraen tres muestras de raíces de cada cebolla, para posteriormente preparar unos frotis para el análisis microscópico. En este análisis microscópico se hace un conteo de mil células por sitio de muestreo en donde se miden dos variables más; el índice mitótico, que en pocas palabras lo podemos definir como el porcentaje de células que están en alguna fase de la mitosis del total de células cuantificadas; y el índice de anormalidades, en el cual contabilizamos cuántas de estas células presentan alguna anormalidad en el núcleo celular, como micronúcleos, núcleos condensados, núcleos arriñonados. El comportamiento de estas variables nos puede dar un primer vistazo a los niveles de contaminación que tienen nuestras muestras de agua.

El proyecto consta de la evaluación de 28 puntos de muestreo en la comunidad de Sisal, distribuidos de este a oeste, donde los resultados preliminares demuestran la presencia de contaminación en aguas superficiales de esta región, particularmente, las muestras extraídas de la zona conocida como el puerto de abrigo son las que presentan los valores más altos de anormalidad e hidrocarburos, los cuales tienen un origen principalmente antropogénico, debido al uso de los motores de lanchas y las pinturas aplicadas.

Ante esto, no olvidemos que Yucatán depende de las aguas subterráneas como principal fuente para el consumo de la sociedad, pero, además, es el principal vaso receptor de todas descargas de aguas residuales. Las cebollas pueden ser una herramienta para monitorear la calidad de las aguas.

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