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La sequía de 2019 está a punto de hacer historia, aunque ya es la más severa después de 2011, está en camino de superar lo ocurrido en ese año y la razón es que ya lleva 22 días con temperaturas altas consecutivas (mayores o iguales a 37.0 grados Celsius), algo en verdad bastante fuerte que arrancó el 23 de abril pasado; entre esos días ha habido temperaturas de 38.0°C, 39.0°C y 40.0°C en Mérida.

De acuerdo con datos de la Conagua, se han presentado en la población de Peto temperaturas de 41.0°C, aunque sin llegar al récord que es de 43.6°C, que ocurrió en abril de 2015.

Decimos que está a punto de alcanzar lo ocurrido en 2011, ya que en ese año hubo 28 días consecutivos con temperatura mayores o iguales a 37.0°C y lo mismo ocurrió en 1986, de modo que estamos a 6 días de empatar el record de 2011.

¿Qué sucede realmente?, ¿quién es el culpable de esta situación? Definitivamente el evento meteorológico de EL NIÑO de este año que, aunque débil, se ha dejado sentir con el aumento del ambiente muy caluroso, pero hay otros factores que también influyen en que estos valores altos en días consecutivos se estén presentando y es la falta de árboles. Definitivamente esto hace que el calor extra que provoca el evento de EL NIÑO no se mitigue de ninguna forma; esta es una verdad que nos golpea como habitantes de grandes manchas urbanas, ciudades donde la falta de zonas verdes y con árboles es una realidad y Mérida se caracteriza por eso.

Ya hemos platicado de las zonas con menos y con más cobertura de árboles de la ciudad. Los constructores no tomaron en cuenta esa situación cuando edificaron por ejemplo las plazas comerciales, que cuentan con estacionamientos donde abundan las áreas de concreto y pavimento y no hay árboles, pero más culpables son quienes construyen fraccionamientos con escasas o nulas áreas para sembrar árboles y se vuelven zonas terriblemente calientes.

¿Los meridanos tendremos que vivir con estos calores sofocantes como el de los últimos 22 días? No necesariamente, aún se puede hacer algo, vamos a llenar de árboles la ciudad, donde se disponga de espacios para sembrarlos, eso sería una buena solución y empecemos por nuestra casa; si hay algún espacio, por pequeño que sea, sembremos un árbol, dos árboles, tres árboles, etc., los que se puedan plantar. Si en Mérida hubiera mayor cobertura de árboles que pavimento y concreto, les aseguro que se vería una gran diferencia en las temperaturas, ya que en vez de 41.0°C o 42,0°C tendríamos 35.0°C o 36.0°C a lo máximo.

Estudios que se han realizado han demostrado científicamente que las zonas arboladas presentan más resistencia a temperaturas muy altas además de proporcionar refrescante sombra.

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