Venta de comida chatarra, sin regular afuera de las escuelas

A pesar de que hay una norma al respecto, en los alrededores de los colegios de la ciudad abundan los puestos y ambulantes que ofrecen ese tipo de alimentos

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En mayo 2014 se actualizó la ley para regular los alimentos y bebidas que se venden en las escuelas públicas y privadas de México. (Novedades Yucatán)
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Óscar Chan/Mérida
A pesar de que existe una legislación para regular el comercio de alimentos en los colegios, la venta de comida chatarra ha sido rebasada por las autoridades estatales, por lo que los diputados del Congreso del Estado se reunirán con la Secretaría de Educación local (Segey) para abordar este problema, pues Yucatán ocupa uno de los primeros lugares en obesidad infantil.

Sobre el tema, el diputado Manuel Díaz Suárez, presidente de la Comisión de Salud del Congreso local, adelantó que ya se ha abordado el asunto con Luis María Aguilar Castillo, legislador de la Comisión de Educación, para programar una reunión con autoridades de la Segey y revisar la legislación vigente.

Como se sabe, en mayo 2014 se actualizó la ley para regular los alimentos y bebidas que se venden en las escuelas públicas y privadas de México, desde nivel preescolar hasta el superior, la cual prohíbe la comida chatarra por lo que solo se deben ofrecer alimentos naturales.

Sin embargo, Díaz Suárez reconoció que a pesar de esta ley, incluso hay cuestionamientos de las personas hacía las secretarías de Salud y Educación, pues no se respeta y se sigue vendiendo comida chatarra en las escuelas.

Entrevistado ayer después de participar en la firma de la carta compromiso para el otorgamiento de tres mil becas en educación enfocadas en la detección oportuna del cáncer infantil, junto con la Fundación Interamericana del Corazón; el legislador yucateco explicó que nivel local hay “un poco” de resistencia en las escuelas y la misma sociedad para cambiar los hábitos alimenticios.

Reiteró que en algunos casos, aunque en el interior de los colegios no se vendan este tipo de alimentos, a las afueras de la entrada o detrás de las rejas hay vendedores ambulantes que comercializan sus productos a la hora de entrada o salida de clases, lo cual complica más esta situación.

“Es parte de una cultura de alimentación que nosotros traemos muy arraigada de refrescos embotellados y frituras y como tenemos una rutina muy ajetreada, ya no es tan sencillo que los padres de familia elaboren alimentos nutritivos, pero hay que cambiar eso y ver que se cumplan las leyes”, acotó.

Advirtió que la obesidad infantil es factor de riesgo para muchos padecimientos clínicos, como el cáncer.

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