Complicaciones medioambientales
Ramón Pérez: Complicaciones medioambientales
La tercera década del siglo XXI acaba de arrancar y los desafíos ambientales que tenemos por delante, reflejados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), son numerosos. Ante esta realidad se considera necesario establecer un plan de acción global con medidas concretas para lograr de aquí a diez años un mundo más justo, próspero y respetuoso con el medio ambiente. En ese sentido, la propia ONU advierte que vamos con retraso y la cuestión ahora es si estamos a tiempo de salvar el planeta.
Podríamos empezar hablando de la urgente necesidad de establecer medidas sobre la mitigación y adaptación al Cambio Climático. El calentamiento global inducido por las emisiones de CO2 -según la ONU éstas han aumentado casi un 50% desde 1990- está acelerando el cambio climático y amenaza la supervivencia de millones de personas, animales y plantas al provocar episodios meteorológicos como sequías, incendios e inundaciones cada vez más frecuentes y extremos.
Este fenómeno nos obliga a tomar medidas para mitigar sus efectos y adaptarnos a sus consecuencias que, incluso conteniendo el aumento del termómetro terrestre por debajo de 2 ºC, como requieren los Acuerdos de París, se mantendrán durante siglos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 90% de la humanidad respira aire contaminado y, en consecuencia, solicita una disminución de la polución para reducir el índice de enfermedades respiratorias, evitando así siete millones de muertes al año.
No debemos olvidar que los mares se han convertido en los grandes vertederos de plástico del planeta. Además, existen otros graves problemas medioambientales relacionados con los océanos como el deterioro de los ecosistemas por el calentamiento global, los vertidos contaminantes, las aguas residuales y el derrame de combustibles.
La ONU insta a mejorar la administración de los espacios protegidos, dotarlos de recursos suficientes y disminuir la sobrepesca, la contaminación y la acidificación de los océanos causada por el aumento de la temperatura terrestre. Otra acción que se considera impostergable realizar es la transición energética y la utilización de las energías renovables, basta con reconocer que mientras la energía supone un 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI), la ONU calcula que el 13% de la humanidad carece de electricidad y que 3.000 millones de personas dependen de los combustibles fósiles para cocinar.
Esta situación requiere de una transición energética hacia un modelo más limpio, accesible, eficiente y basado en el uso de fuentes renovables para formar comunidades más sostenibles, inclusivas y resistentes a problemas medioambientales como el cambio climático. Así que es momento de iniciar como personas, pequeñas acciones que puedan generar grandes cambios. Les prometo que este tema lo ampliaré en mi próximo CALEIDOSCOPIO, mientras tanto les invito a seguir cuidando su salud, ya muchos se adelantaron.