MÉRIDA, Yuc.- Tras haber dedicado su vida al teatro con intensas actuaciones hechas “con amor” en infinidad de puestas en escena, Vicky Villa, con casi siete décadas de trayectoria artística, se siente feliz y agradecida con la vida.

Encabezar grandes repartos y que su nombre se escribiera en las marquesinas nunca fue su objetivo, ni siquiera quiso trabajar en el cine, aunque fue invitada varias veces, ya que para ella las obras teatrales son lo máximo porque ama disfrutar de las expresiones de la gente y recibir el aplauso, suficiente para alegrar su corazón.

Se asume una enamorada de Mérida desde que la conoció, tanto, que decidió echar raíces en esta ciudad donde ha continuado su carrera por casi 40 años y donde desea que permanezcan sus cenizas cuando haya partido.

Actriz y cantante con algunas dolencias físicas propias de los años de bailarina que la han instalado en el semiretiro, ahora dedica la mayor parte de su tiempo a la vida familiar y disfruta de vivir.

“En esta tierra el público se me entregó desde mi primera presentación, reconoció mi trabajo y me colocó en un lugar especial en el que hasta hoy permanezco”.

Origen

Vicky Villa nació en Penjamillo, Michoacán, en el seno de una familia con tradición teatral, pues su madre, Aurora Villa, fue cantante de opereta y la zarzuela, mientras que sus dos hermanas, Tere y Olga, también hicieron camino en las artes escénicas.

Cuando era muy pequeña los Villa se mudaron a la Ciudad de México, lugar en que nació su gusto por la danza, que comenzó a estudiar en Bellas Artes, y tiempo después con sus maestros, los hermanos Silva, quienes luego se independizaron y fundaron su propia academia.

De la mano de estos profesores y coreógrafos se formó como bailarina en diversos estilos, como el regional y danza española, siendo su especialidad el baile en puntas y los zapateados.

Inicios
En el año de 1949, a punto de cumplir sus 15 años de edad, se integró al Ballet de “Chelo La Rue” en el centro nocturno “El Patio” donde permaneció durante más de cuatro años.

En este cuerpo de baile participó en la presentación de dos nuevos ritmos de aquella época, el cha cha chá y el mambo; realizó una temporada de dos años en el teatro Margo, donde poco tiempo después hizo su debut con el maestro Agustín Lara y orquesta.

El teatro

Luego de separarse del ballet de La Rue, fue contratada por Ricardo Luna para su ballet que era el titular del “Teatro Margo”, que posteriormente se conocería como el famoso “Teatro Blanquita”; en esas tablas comenzó a tener apariciones en sketches, lo cual le fue dando la suficiente experiencia para ser tomada en cuenta como actriz dentro de las “tandas” y en muchos de los espacios de comedia del teatro de revista.

Ya como bailarina solista participó en giras internacionales y visitó países como República Dominicana, Ecuador y Venezuela, por citar algunos; además, fue invitada a varias emisiones del programa de televisión “Variedades de mediodía”, que conducía Manuel “El Loco” Valdez.

También presentó espectáculos en teatros como el “Follies”, “Cervantes” y el “Esperanza Iris” (actual Teatro de la Ciudad) y no muy convencida, por los oscuros pasajes del medio cinematográfico, en 1961 participó en dos películas tituladas “Al compás del rock and roll”, al lado de figuras como Rosita Arenas, y “Mi desconocida esposa”, con Silvia Pinal. 

La vedette de México

Luego de dos décadas, el propio coreógrafo Ricardo Luna le aconsejó a Vicky Villa cambiar y comenzar a tomar clases de canto porque el espectáculo adoptaría un nuevo formato, por tiempo y no por número, por lo que no podría entretener al público solo con baile.

De esta manera, en 1965 inició su carrera como cantante y años después se consolidaría como una importante vedette, La vedette de México, que con su show hizo largas temporadas en espacios importantes de la vida nocturna de la Ciudad de México y de otros estados.

“El día que debuté como cantante me moría de miedo”. 

Mejor recuerdo

Como vedette, recorrió gran parte de la República Mexicana, y varias ciudades de Estados Unidos, donde se presentó en el teatro “Million Dollar” de los Ángeles, California, en numerosas ocasiones.

“Los aplausos que recibí del público norteamericano fueron algunos de los momentos más emocionantes de mi carrera”.

Llegada a Mérida

En el centro nocturno “Impala”, del hotel Regis de la Ciudad de México, trabajó más de una década, tiempo durante el cual recibió permisos para salir a hacer presentaciones a distintas ciudades, entre ellas la capital yucateca.

En este contexto, en 1980 fue contratada para trabajar en Mérida en “La Cascada” por 15 días, pero debido al éxito su estadía se prolongó hasta un mes; durante esta temporada fue cautivada por el público familiar que asistía a este espacio, al grado que decidió “quemar sus naves” y quedarse a radicar de forma definitiva en la Ciudad Blanca.

Su talento fue reconocido por Héctor Herrera “Cholo”, quien la llamó para integrase al elenco del “Teatro Herrera”, donde se mantuvo activa de 1981 a 2005. Paralelamente, realizó presentaciones en ciudades vecinas como Playa del Carmen y Cancún.

“En todos lados el público siempre me ha querido mucho”.

Reconocimientos

Vicky Villa ha sido objeto de varios reconocimientos, entre ellos un homenaje en el teatro “Daniel Ayala” en el marco del Festival Anual de las Artes 2011, con la presentación de un gran grupo de artistas locales.

En 1989 recibió la Medalla “Virginia Fábregas” por 25 años de carrera artística, y en 2002 fue recipiendaria de la Medalla “Eduardo Arozamena” por 50 años de carrera artística, sin embargo, uno de los más significativos para la actriz fue cuando en el año 2007 fue nombrada Ciudadana Distinguida de la Ciudad de Mérida, Yucatán.

La ovación más reciente se la brindó el público yucateco hace cuatro años cuando realizó una participación en un espectáculo que se presentó en el teatro “José Peón Contreras” con lleno a su máxima capacidad.

“Con la emotividad del aplauso del público yucateco me iba a desmayar, lloré mucho; estos son los recuerdos que conservaré para siempre”.