MÉRIDA, Yucatán.- Playas solitarias, embarcaciones varadas, restaurantes sin gente, carreteras vacías, el mar con pelicanos, peces y otros animales disfrutaban de los muelles de Telchac Puerto y Chicxulub vacíos, retenes en las entradas y a las afueras de cada población fue el común denominador en la costa yucateca durante la jornada dominical.

En un recorrido realizado desde Santa Clara hasta Progreso se observó poco o nulo tránsito de vehículos que se trasladaban a disfrutar de estas playas, que durante la jornada lucieron vacías, a diferencia de lo que ocurría hace unas semanas.

El recorrido inició en Santa Clara, para ingresar a esta comisaría de Dzidzantún había un retén para el control de las personas que llegaban para tratar de evitar la propagación del coronavirus. Todos los municipios costeros tienen estos puestos de control a la entrada y a la salida.

En la carretera a Telchac Puerto vecinos dejaron libre solo un carril de la vía. (Daniel Sandoval/Novedades Yucatán)

En esta población costera casi no hay playa, está erosionada, por lo que en algunas áreas se pueden observar palmeras en el mar, las olas pegan en las paredes de la casas y las embarcaciones que normalmente se ponían en la arena también en el mar, además en la orilla por la falta de personas bañándose, había gran cantidad de peces que en otros tiempos no se pueden ver.

Los restaurantes tenían letreros indicando que el pescado y el ceviche es para llevar, otros con sus promociones de 2x1, sin embargo, los dueños de estos lugares manifestaron que las ventas han caído en más del 70 por ciento.

Los comerciantes de cocos no tienen para vender porque por la contingencia no se los permite y otros porque nadie está comprando este productos ni sus derivados, según vendedores de San Crisanto.

Los accesos a las playas de Chabihau y San Crisanto están cerradas con sogas y telas rojas para que ni los pobladores, ni los turistas ingresen a la zona a bañarse en el mar, que estos días muestras un color azul turquesa intenso y libre de sargazo y basura.

Las salineras de Santa Clara y San Crisanto estaban solitarias, no registraron actividad, pero el color rosa que las caracteriza según los pobladores es más intenso, tal vez por la poca actividad que han tenido esta zona por el coronavirus.