Depresión, más que tristeza o vacío

Este trastorno impacta en la parte laboral, personal y emocional del individuo, incluso, en casos graves derivar en la muerte autoinfligida.

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Mariliz Escalante y el psiquiatra Arsenio Rosadio, conductora e invitado de la emisión de Salvemos una Vida, donde se habló de la depresión. (César González/SIPSE)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Con el propósito de promover información útil para la vida y la prevención del suicidio, la emisión de ayer del programa radial de Salvemos una Vida abordó el tema de la depresión y sus derivados, los cuales pueden impactar en la parte laboral, personal y emocional del individuo, incluso en casos graves la muerte autoinfligida.

En la emisión de ayer, conducida por Mariliz Escalante, el psiquiatra Dr. Arsenio Rosado habló sobre el tema y explicó sus causales, así como los indicadores para considerar y acudir a terapia con un especialista. 

En entrevista, indicó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica, hasta el 9.1 de la población  presentará un episodio de depresión mayor durante su vida, situación que pone en alerta al sector salud. Destacó que parte del éxito para superar este trastorno tiene que ver con el apoyo familiar, el acompañamiento ayuda a tener mejores resultados. 

Este año Yucatán ocupa el lugar número 17 de la tabla nacional de casos de depresión, con 638 casos, con un aumento del 22.2 por ciento con respecto al año pasado, cuando fueron 522 los afectados, según datos oficiales de la Secretaría de Salud.

El también integrante del Colegio de Psiquiatras del Estado de Yucatán y la Asociación  Mexicana de Terapias Cognitivas Conductuales, explicó que hay personas que genéticamente tienen la vulnerabilidad a presentar el problema y si a esto se suman condiciones psicosociales y estresores suficientes, se da el trastorno. No obstante, apuntó que si la carga genética es baja, aunque existan situaciones adversas graves, el individuo puede sobreponerse, a esta condición se le denomina resiliencia. 

“Es un trastorno que abarca muchas áreas, depresión es el nombre genérico, es un cambio súbito respecto a la vida previa: ya no quiero nada, comienzo a sufrir, ya no gozo lo que me gustaba antes, estoy triste casi todos los días, mi ánimo se estrecha, se centra en un humor depresivo, aunque hayan episodios alegres, no lo gozo. La depresión también es un trastorno del pensamiento porque la manera en que pienso, luego siento y actúo y puede derivar en un episodio depresivo mayor”, apuntó el doctor.

Explicó que el nombre también se usa para identificar la distimia, lo que antes se le denominaba neurosis depresiva, se trata de la presencia de un pensamiento depresivo desde la infancia hasta la edad adulta, y genera sensaciones de tristeza, apatía, de incapacidad para desarrollarse, y desarrolla ideas negativas, pero no llega a ser un cuadro depresivo mayor, aparece entre la niñez y la adolescencia. 

Estar triste es normal, pero cuando se pierde control de la emoción es cuando hay un padecimiento

Abundó que dentro de las variantes se ubican los eventos depresivos secundarios, los cuales se generan tras un periodo de consumo de drogas, medicamentos o enfermedades como el lupus o hipotiroidismo.

“No es lo mismo estar triste y frustrado que estar deprimido, porque puedo estar triste hoy por una causa válida. 

Depresión ya es un tema fuerte, implica hasta una discapacidad laboral, por ejemplo de una madre para cuidar a su hijo. No se vive plenamente y se llega a la desesperanza. 

Cuando la depresión se presenta hay pensamientos suicidas y hasta intentos de suicidio. 

Para la depresión siempre hay un disparador, algo que activa ciertas áreas del cuerpo y el cerebro que provocan esta condición, hay gente más vulnerable que otra. 

Hay parámetros. Estar triste es normal, pero cuando se pierde control de la emoción es cuando hay un padecimiento; cuanto te domina la emoción y no el pensamiento; también estar triste todo el día y no saber por qué, o magnificar un problema por dos semanas.

De igual forma, la anhedonia o incapacidad de no sentir placer. Igualmente hay dos indicadores: el insomnio, o tardar en dormir, despertar en la noche o muy temprano, y el trastorno en pensamiento: lento, negativo, es decir no piensan en el futuro, se enfocan en lo malo del pasado”, apuntó.

Agregó que una persona deprimida no rinde, no tiene concentración e incluso somatiza lo que le sucede, es decir traduce su condición en dolores de espalda, gastritis, colitis y dolores de cabeza. Este problema,  al impactar en la vida laboral, significa un alto costo para el sector productivo y el de salud pública.

Cada droga tiene un trastorno depresivo, desde la marihuana y hasta sustancias legales como el alcohol y las pastillas para dormir que ante el consumo prolongado puede causar depresión. 

El especialista alertó que en cuanto detecten alguno de los indicadores es momento de pedir ayuda profesional y si hay algún aviso de intento de suicidio hay que tomarlo en cuenta y de inmediato acudir con un psicólogo o un psiquiatra. “Nunca hay que ignorar cuando alguien dice que no quiere vivir, es un llamado de ayuda y hay que canalizarlo, especialmente cuando uno no sabe qué hacer”.

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