Jesús Mejía/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- El joven yucateco de 26 años de edad José Enrique Pérez León es un ejemplo de la falta de vinculación entre academia y sector productivo, ya que está graduado como físico-matemático, con maestría en radioastronomía y doctorado en astrofísica, pero carece de empleo.

Vive en la colonia México de esta ciudad de Mérida, con la modestia propia de la clase media. Es miembro de una familia que se ha forjado en la cultura del esfuerzo, ya que en sus inicios Pérez León laboró como mesero en una cadena de franquicia de restaurantes.

El caso de Pérez León es típico en México, donde cuatro de cada 10 desempleados son profesionistas con nivel licenciatura o más, pero atípico en países en desarrollo como Estados Unidos o naciones de Europa donde su especialización es aprovechada por institutos de investigación o el Estado.

En entrevista, comenta que ha buscado trabajo en las dependencias del servicio público, así como en empresas privadas, donde, reconoce, lo han sobrevaluado y no encaja porque sus conocimientos relacionados con el estudio de las emisiones solares no tienen aplicación práctica.

Como egresado de la Universidad Autónoma de Yucatán llevó a cabo estudios de posgrado en Ensenada, Baja California, donde estudió radioastronomía para luego cursar el doctorado en la UNAM, donde se especializó en astrofísica y registró sus aportaciones en la investigación de las radiaciones solares.

Acepta que al sector productivo no le sirve saber que la luz solar recorre en tan sólo ocho minutos 19 segundos los 149 millones 600 mil kilómetros de distancia que hay entre el astro rey y la Tierra.

Por eso, en sus solicitudes de trabajo ofrece que puede aplicar conocimientos alternativos como software o programas, pero recibe la misma respuesta: No hay vacantes.

Recuerda que hace unos días recibió un correo electrónico y luego comunicación telefónica de un científico de la Academia de Ciencias de Rusia, quien dijo haber consultado los archivos de la UNAM y se mostró interesado en sus aportaciones para el estudio de las emisiones solares mediante radiofrecuencias.

Pérez León fue invitado por sus colegas astrónomos rusos a continuar con sus investigaciones en espacios adecuados con infraestructura, equipo y telescopio en Glasgow, Escocia, para lo cual presentó una solicitud de beca al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). 

José Enrique espera que en esta ocasión Conacyt no le falle, ya que el apoyo le permitirá viajar, residir y comer mientras aporta más datos para el conocimiento del sol y sus emisiones e influencia en las telecomunicaciones terrestres.