Dormir mal puede reducir la expectativa de vida entre 5 y 10 años

En programa Salvemos una Vida de Grupo Sipse, se discute la importancia de dormir bien

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Jesús Moo, Alis García y Ángel Pinto durante la transmisión del programa. (Novedades Yucatán)
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William Sierra /Mérida
Es sumamente importante cubrir adecuadamente las necesidades del sueño, pues lo contrario afecta directamente al cerebro e incluso puede reducir entre cinco y 10 años de vida.

Esto fue afirmado por Jesús Moo Estrella, profesor e investigador, durante el programa radiofónico Salvemos una Vida, que se transmite los viernes de 11 a 12 horas por AMOR 100.1 de Grupo Sipse.

Teniendo como anfitriona a la fundadora del programa, Alis García, acompañada del joven conductor Ángel Pinto, el experto habló de los problemas del sueño.

Señaló que en la medida que reducimos el tiempo para dormir, el cerebro pierde propiedades y neuronas, mientras las sustancias con las que regulamos los pensamientos y emociones se alteran.

El invitado especial mencionó que el problema del sueño va desde una queja, una alteración, hasta un trastorno.

Una mala noche no define insomnio, pero si es recurrente, teniendo como medida que al mes, durante tres veces a la semana, tardas más de 30 minutos en dormir, entonces puede diagnosticarse como insomnio.

A lo largo de la vida, dijo, el tiempo que dormimos se va modificando. Al inicio dormimos mucho.

Un recién nacido puede hacerlo hasta 22 horas y conforme crece duerme 18,16, 15, 14 horas, teniendo esto que ver con algo importante, que es el órgano de la conducta y regularización de las emociones, el desarrollo y maduración del cerebro.

“Nuestro cuerpo crece cuando estamos dormidos”, enfatizó.

A una pregunta de Alis sobre si afecta que los niños se acostumbren a dormir con ruido o luz, el especialista respondió que sí.

“Un niño que duerme bien, cuando tiene sueño se va solo a su habitación y duerme. Así debería ser, pero hemos asociado una serie de estímulos con la intención de ayudarlos a dormir, pero a largo plazo puede desfavorecer”, añadió.

En el caso de un niño de primaria, mencionó que éste debe dormir 10 horas; un adolescente, de ocho a nueve; un adulto joven de siete y media a ocho; una persona mayor, de seis horas y media a siete.

Los adultos mayores tienen algunas modificaciones, los periodos de sueño son fragmentados por multietapas, es decir, una parte en la mañana, otra en la tarde, y en la noche.

Melatonina

El investigador indicó que la melatonina es la sustancia del cerebro que genera la inducción al sueño, y la recomendación es generar una serie de hábitos de higiene de sueño, control de estímulos, que a partir de cierta hora comiencen a apagar luces, vestirte para dormir y lavarse los dientes.

“Que el cerebro detecte que estos estímulos nos ayuden a inducir al sueño”, señaló, tras enfatizar que a veces hemos condicionado sitios que deberían ser para la relajación como la cama, hamaca, en lugares para realizar actividades de trabajo, escuela.

El cerebro comienza a detectar que estás en un sitio de activación. La recomendación es buscar otros espacios para la tarea e ir reduciendo gradualmente el tiempo que pasamos en la habitación hasta lograr que sea solo para dormir”, comentó.

“El cuarto debería de ser como cuando utilizamos el baño, y a eso le llamamos higiene del sueño. Cuando tiene necesidad entras al baño y sales. El sueño debería ser así, como una necesidad básica, acudes a descansar y te sales”, finalizó.

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