Luis Fuente/MÉRIDA
La relación entre las drogas y las pandillas es innegable, pues en muchas ocasiones forma parte de los rituales para que ingrese un miembro a esos grupos, expresó Víctor Roa, del Centro de Integración Juvenil (CIJ).

El especialista no descartó que los jóvenes involucrados en bandas se dediquen a la venta de drogas al menudeo, pues es una forma fácil de obtener dinero, y si además son consumidores, pues tienen acceso a varios tipos de estupefacientes.

Destacó que las estadísticas indican que la mariguana es la droga de inicio entre los jóvenes, aunque ahora se presenta un importante incremento en el uso de metanfetaminas, como el “cristal”, por lo que exhortó a las autoridades de salud a tomar cartas en el asunto.

El uso de “cristal” pasó de 1 por ciento en 2017 al 5 por ciento este año, lo cual resulta preocupante.

Reiteró que las estadísticas señalan a la mariguana como la droga ilícita de mayor uso, pero las sintéticas van en aumento, pues le siguen las benzodiacepinas -tranquilizantes-, luego la cocaína (también en su variante de crack), y el “cristal” ha ganado terreno en el último año.

También, mencionó que aunque cada año se fabrican nuevas drogas sintéticas, en su mayoría no llegan a México, o cuando menos no a Yucatán.

Consideró que se debe estar atentos al comportamiento del uso de estas sustancias y diseñar estrategias preventivas, principalmente de menores en los últimos años de primaria, secundaria y de nivel medio superior.

El director del Centro de Integración Juvenil externó que hay una estrecha relación entre las drogas con las bandas de pandilleros, ya que el consumo de estas sustancias generalmente se asocia a los rituales de iniciación, o de cuando tendrán alguna actividad.

También, dijo, no se descarta que los integrantes de las bandas estén relacionados con la venta de drogas al menudo, pues es una manera fácil de obtener dinero, además de tener acceso a ellas.

Expresó que el Centro de Integración Juvenil tiene escasa información de lo que sucede en el interior del Estado en cuanto al consumo de drogas, pues sus actividades están centradas en la capital yucateca, ya que es difícil que los pacientes vengan de los municipios, pues prefieren ser atendidas en sus lugares de origen.

Víctor Roa señaló que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) 2011, en la región sur, a la que pertenece la Península de Yucatán, el consumo de alguna droga presenta una incidencia de la población de 12 a 19 años, con sustancias ilegales como la mariguana y el crack.

Dijo que el uso de drogas es un fenómeno complejo y dinámico que se debe atender desde diferentes perspectivas, y en el cual se deben considerar las diferencias entre las sustancias, que cada vez son más potentes y adictivas, así como las variaciones en los patrones de consumo.

“Es indispensable establecer acciones que propicien el análisis y la modificación del entorno que puede llevar a un niño, adolescente o joven a involucrase en este problema de salud pública”, sostuvo.

Reconoció que en el consumo de drogas persisten en primer término la mariguana (hombres: 38.2%; mujeres: 26.3%), y las sintéticas (hombres: 14.1%; mujeres: 21.1%).