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La iniciativa surgida en 2016 de la Biblioteca Nacional de España, la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE) y la Asociación Clásicas y Modernas de conmemorar el Día de las Escritoras el lunes más cercano al 15 de octubre, en honor a Santa Teresa de Jesús, ha tenido una gran repercusión y ya permea en otros países como Argentina, Chile, Perú, Panamá y México, que poco a poco han comenzado a difundir y resaltar esta fecha cuyo objetivo es incentivar la igualdad de género en la cultura, así como reivindicar la labor y el legado de las escritoras y la literatura escrita por mujeres.

En todos los países hay una larga lista de escritoras que, silenciadas u opacadas, tuvieron que sortear infinidad de obstáculos para publicar y, en otra infinidad de veces, abundan los casos de quienes tuvieron que hacerlo tras un nombre masculino, sea un pseudónimo o el robo de su identidad, como el caso de muchas escritoras, entre ellas uno muy bien retratado en la película Colette: Liberación y deseo.

En México, la lista también es amplia, después de Sor Juana Inés de la Cruz, los nombres de escritoras en el siglo XIX parecen haber sido diluidos y borrados con mayor escarnio, fue el siglo de forjar los proyectos de nación en los cuales pareciera que las mujeres no tuvieron participación; pero la tuvieron.

Y ya contamos con investigaciones y libros que nos permiten vislumbrar un mapa mucho más preciso de las escritoras cuyas plumas siempre han estado activas.

Uno de estos librosmapa es “El cielo completo. Mujeres escribiendo, leyendo”, de Sara Sefchovich, un amplio recorrido y remembranza de escritoras latinoamericanas de ayer y hoy, porque finalmente son las contemporáneas las que, conscientes de este silenciamiento o etiquetas impuestas por tantos siglos, han dedicado también su escritura a rescatar del olvido a quienes les tocó un mundo distinto al que enfrentamos hoy en día.

No hay que olvidarnos de las escritoras yucatecas, impulsoras algunas del voto femenino, que justo el 17 de octubre se conmemoró su 67 Aniversario, y precursoras en diferentes ámbitos como la docencia y el periodismo, la mayoría de ellas invisibilizadas, poco leídas y que merecen también un lugar como el que ocupan los escritores homenajeables.

Menciono por ejemplo a Dolores Bolio, Rita Cetina Gutiérrez, Julia Domínguez Febles Cantón, Rosario Sansores Pren, Sara Molina Font, Gertrudis Tenorio Zavala, y la aún más ensombrecida Cristina Martín Berlanga, conocida como Gabriel Paz.

Falta mucho más que un día para lograr el objetivo, pero ya se sienten los primeros pasos por dejar de ignorarlas y comenzar a leerlas, a las de ayer y a las de ahora; y como bien recalca Sefchovich, tampoco se trata de aceptarlas escriban lo que escriban ni de meterlas por la fuerza y por cualquier puerta en el mundo de la aceptación cultural, su mayor logro no es ser mujeres y escribir, es finalmente su talento

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