El Ilustrador: La calle más bonita de Mérida

¿Como es posible que no haya existido ningún alcalde que se preocupe por recuperar la Calle Ancha del Bazar?

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La Calle Ancha del Bazar dista mucho ahora de ser la Calle de las Bonitas. (SIPSE)
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Sergio Grosjean/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Me pregunto: ¿cómo es posible que nunca ha existido un alcalde en Mérida con la capacidad, talento y visión para rescatar del olvido una calle que, sin duda, podría ser la más bella de la ciudad?

Dispuesta a construirse en la administración de don Lucas de Gálvez y Montes de Oca, brigadier de los reales ejércitos de Yucatán entre los años de 1789-1792, la recién inaugurada calle fue hermoseada con profusos  árboles y aderezada con sillería de piedra en ambos lados.

Llamada La Alameda -que significa paseo con árboles de álamo o de cualquier clase-,  se convirtió en poco tiempo en el lugar predilecto de las familias yucatecas, sobre todo los domingos y días festivos. Por aquellos tiempos, a lo largo de esa vía podía observarse carruajes ocupados por bellas doncellas ataviadas con elegante vestimenta,  quienes desde sus acogedores vehículos impulsados por bestias de sangre, coqueteaban con los galanes que se ubicaban debajo de los frondosos árboles y, posiblemente derivado de ello, se le denominó también “El Paseo de las Bonitas”.

Años más tarde se le llamó la “Calle Ancha del Bazar” debido a la existencia de un pequeño mercado llamado “Bazar”, que estaba frente a la Plazoleta de La Alameda y específicamente donde se ubicó años más tarde -1908- el Palacio Federal, sitio que acogió las oficinas de telégrafos, correos, tribunales federales y ahora museo.

Pero sin abandonar el orden cronológico, en el año de 1880 los frondosos árboles ya habían fenecido posiblemente debido a su avanzada edad y nunca fueron  repuestos.

Por aquellos tiempos esta vía era conocida como la Tercera Calle de los Hidalgos. En 1915 comenzaron a instalarse en el sitio que ocupó esta hermosa arboleda, pequeños kioscos que vendían diversos artículos y entre los primeros estuvo el número 5, denominado  “El Rey de los Pantalones”.

Muchos años después, en la década de los sesenta, ese changarro pasó a vender tenis y zapatos baratos para damas. Su lema era: “tienda chica que vende barato”. Estos fueron elaborados de madera y con el paso del tiempo se manufacturaron en concreto como hasta la fecha.

Calle mutilada

 

A grandes rasgos, esta es la razón por la que fue mutilada esta bella arteria y me resulta  chistoso que muchos Alcaldes se han dedicado a desmantelar parques y calles con el so pretexto de embellecerlos, y lo único que han logrado es afear la imagen urbana y el mejor ejemplo es el parque “Cepeda Peraza”, popularmente conocido  como “Parque Hidalgo”. No estoy descubriendo el hilo negro, pero si queremos rescatar de manera integral el Centro Histórico tenemos que regresarle su esplendor a ese sitio tan traficado y tan olvidado.

No se trata de sacar a los posesionarios a la fuerza, al contrario, hay que darles una jugosa opción para que, convencidos, permitan regresarle su majestuosidad a esa calle. Hay alternativas y muchas, pero el Alcalde visionario tendrá que hacerlo en lo oscurito  porque, seguramente, muchos tratarán de sacarle raja política el asunto.

Para el caso, ahora seguramente no hay dinero, pero existen opciones para obtener recursos para una obra tan importante y sería sorprendente que no se pudieran conseguir, ya que si el anterior ayuntamiento pudo agenciarse suculentas cantidades que sirvieron para destrozar la imagen visual de algunos emblemáticos parques del Centro –como el ya citado-, resulta increíble que una administración no pueda cavilar fórmulas para recaudar fondos y regresarle su magnificencia a esta demeritada calle. Pensaré en voz alta y seguramente dirán que hay asuntos más importantes que resolver, pero ese es el justificante que siempre ha permanecido.

¿Por qué no pagarles una buena suma a los posesionarios de los kioscos a cambio de ceder su espacio y, además de ello, ofrecerles un excelente lugar para montar nuevamente sus negocios? Por ejemplo, hace algunas semanas traté el asunto del mercado de San Benito y mencionaba que era urgente renovarlo y hacerlo realmente un polo de atracción para los yucatecos e incluso turistas, y esbocé alternativas que a juicio de varias personalidades  son adecuadas.

 

Diamante en bruto

Entonces, imagínese que ese mercado brille como un diamante entre la muchedumbre de gente y a los locatarios de los kioscos se les ofrezca una excelente opción dentro de este magnífico lugar. Quiero recalcar una vez más: no se trata de despojarle a nadie de lo suyo, se trata de ofrecerles algo notablemente atractivo para que convencidos hagan la negociación.

Ya para concluir, quiero recordarle al señor alcalde Renán Barrera Concha que muchos seguimos esperando una respuesta en referencia a los adoquines desaparecidos, y en anteriores publicaciones he citado el número aproximado de piezas que debe haber en inventario y no quisiera pensar que nos están dando atole con el dedo con los citatorios que le han hecho a burócratas de la anterior administración, pues en este caso sólo se trata de contar. ¡Por los calzones del kiosco número 5! Mi correo es [email protected].

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