Excelente alianza de Rolando y Mauricio, pero...

Uno de los problemas que después de muchos años aún no se soluciona es el de los vendedores ambulantes del Centro de Mérida.

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Los vendedores ambulantes del Centro Histórico de Mérida son una constante 'jaqueca' para las autoridades y el comercio establecido. (Milenio Novedades)
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Sergio Grosjean/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Complacencia sentimos quienes amamos esta tierra ahora que el gobernador Rolando Zapata Bello y el alcalde Mauricio Vila Dosal estrecharon lazos para rescatar una parte del anárquico Centro Histórico. 

Sin duda, muchos pueden preguntarme por qué utilizo este término tan incisivo y poco amigable, siendo que mi repuesta podría ser tan simple como citar el ambiguo número de vendedores ambulantes que hay en las calles y parques, o precisando un poco más al citar las obras inconclusas en las que se dilapidaron millones de pesos para fabricar escarpas que nacieron muertas por ser resbaladizas, inestables y de pésima calidad.

O calles huecas con registros pandeados con deficiente iluminación; o simplemente responder con incógnitas como que quienes le dieron mal uso a esos recursos y entregaron cuentas chinas, hoy son liberados por el “borrón y cuenta nueva” luego de ser blindados con diputaciones o senadurías. 

Muchos continuamos preguntándonos el destino de los alrededor cien mil adoquines que incongruentemente se retiraron en 2011 de las calles y parques para ser suplidos por un incipiente y horrendo mazacote de cemento. 

Algo realmente vergonzoso, peligroso y sorprendente es que la calle 59 con 60 y 62 –por citar un ejemplo– posee una banqueta plagada de huecos que deja al descubierto ductos y cables eléctricos, y eso es que se hicieron hace menos de un lustro durante la administración de la alcaldesa Angélica Araujo Lara y la entonces gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, quien influyó en dichas obras.

Pero imaginémonos por un rato que nada de esto sucede, y la alianza que hacen ahora el Gobernador y Alcalde rinde los frutos. De verdad los felicito.

Sin embargo, esos recursos que se invertirán no son suficientes para quienes consideramos que es más importante rescatar al Centro Histórico que fabricar el llamado Palacio de la Música en el que se invertirá 40 veces más dinero, independientemente de que no le encontramos sentido ubicarlo allá, ya que este importante espacio pudo aprovecharse para darle vida al núcleo de Mérida, y no simplemente ocuparlo porque había una inversión federal que debía aprovecharse.  

Pero eso ya es otra historia y añoramos estar equivocados, esperando que resulte ser un magnífico recinto en el que se aplicará destacada creatividad para incitar a propios y extraños a visitar el Centro Histórico.

Sin duda, para que estas inversiones en el corazón de Mérida coadyuven a que palpite con naturalidad y libre de ataduras, necesitamos tener banquetas seguras y darles el uso para lo que fueron diseñadas hace siglos. 

Queremos sentirnos orgullosos de nuestra Mérida y que tanto peatones como ciclistas no corramos riesgo de que un camión de pasaje conducido por un cafre nos arrolle, ya sea porque tuvimos que bajarnos de la escarpa debido a que un puesto ambulante en la  acera nos impedía el libre tránsito, o porque el ciclista perdió el control debido a que en la calle había un hueco o registro deteriorado.

Alianza no puede faltar

Hoy, cada día, el Ayuntamiento de Mérida ofrece espectáculos gratuitos de diversa índole y eso es maravilloso, pero no es suficiente para revivirlo, es necesario que haya una alianza entre los tres niveles de Gobierno para lucir nuevamente nuestra ciudad limpiándola de ambulantes; allá está también la Profeco que, creo, no es un impávido adorno. 

Es claro que la Subdirección de Mercados no puede sola con el paquete; son tantos los ambulantes ocupando parques, escarpas y calles que su alcance es similar al de un espantamoscas, sin considerar que hay mafias que operan este rubro además de la prostitución y explotación de menores, quienes son asesorados por abogados y secundados por Asociaciones Civiles amorales que recurren a cualquier instancia para ponerlos en jaque, y quienes, además de pilón, se dan el lujo de amenazar a sus inspectores de muerte.

La ausencia del ambulantaje es sinónimo de desarrollo, pues su presencia motiva a hombres y mujeres a vivir a “salto de mata” sin algún tipo de seguridad social.

Imaginemos por un momento otro escenario que podría ser retirarlos de las calles y ofrecerles alternativas de trabajo, ya sea que laboraren en algún negocio establecido, o que el mismo gobierno les proporcione empleo o espacios para que se formalicen. La realidad sería otra. Ayuden a estos ambulantes a formalizarse y a los empresarios a proporcionar buenas fuentes de empleo.

Tanto el Gobierno del Estado como el Ayuntamiento poseen cuerpos policiacos: instruyan a sus oficiales para que retiren a los ambulantes -ya que para eso se instauró una Ley de Tránsito y Vialidad en la que se especifica que no puede haber obstáculos que impidan la libre circulación- a tiempo que se les apoya ofreciéndoles oportunidades reales.

Mi correo es [email protected] y twitter @sergiogrosjean

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