En Tekal de Venegas matan a un 'huay pek'

Cansados de ser víctimas de un brujo que se transformaba en perro, vecinos lo cazaron como animal salvaje.

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Retrato hablado del huay pek que vieron en esta población. (Jorge Moreno/SIPSE)
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Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Hoy hablaré sobre un huay pek (brujo que se convierte en perro) que no sólo fue visto, sino que también fue perseguido, baleado y quemado, con el fin de que ya no volviera a atemorizar a la gente. Esto ocurrió en el año 2002 en el municipio de Tekal de Venegas, ubicado muy cerca de la ciudad de Izamal, a poco más de una hora de Mérida.

El caso lo empecé a investigar a petición de mi corresponsal de la revista Misterios en ese municipio, Iván Borges, un joven escritor que por cierto es el autor del libro “Historia de una reina, la virgen de Tekal de Venegas”.

Para saber a ciencia cierta sobre el caso, viajé al lugar de los hechos para entrevistar a varias personas, incluso, hablé con tres testigos que el día de la cacería vieron y persiguieron al huay pek.

Las personas me dijeron que, en ese entonces, todos los días veían llegar a un señor que no era del pueblo, el cual se quedaba en la población y por las noches desaparecía para dar paso a la llegada de un enorme perro negro que se metía a las casas, unos dijeron que a robar oro y dinero, y otros que sólo buscaba comida y asesinaba animales de patio.

Fuera lo primero o lo segundo, el caso es que perjudicaba al pueblo, pero no fue sino hasta que intentó robar en una casa cuando los propietarios, que se dedicaban a la cacería de venado, sacaron sus escopetas, lo persiguieron y le dispararon.

Al descubrir un rastro de sangre supieron que lo habían herido, y lo que hicieron entonces fue seguirlo, pues quizás era la única oportunidad que tenían para acabar con el peligroso ser.

El huay pek intentó huir internándose en los patios de las casas, pero como hacía mucho ruido y a pesar de que era tarde, varias personas salieron de sus domicilios para ver qué ocurría, o para ayudar en la batida.

Quemado en el basurero

Finalmente, cerca del Centro de Salud, ya agonizante, fue rodeado y baleado de nuevo, sólo así murió. Hay quienes afirman que cargaron el cuerpo del animal al Palacio Municipal, y como las autoridades no supieron qué hacer, la turba lo llevó cerca del basurero municipal, donde lo quemó.

Dicen algunos testigos que cuando le tiraron gasolina y le prendieron fuego, el huay pek se movió y pegó un alarido, lo que hizo que mucha gente huyera espantada. A la mañana siguiente, algunas personas regresaron al lugar de los hechos y dijeron que ya no encontraron el cuerpo.

Pero, el caso no terminó ahí, pues si bien es cierto que habían matado al brujo, varias personas tenían curiosidad por saber quién era en realidad y de dónde venía.

Pocos días después llegó al poblado una señora del municipio de Tunkás, que con cierta discreción preguntaba a la gente detalles sobre el incidente del huay pek asesinado.

Nadie sospechó nada en ese momento, pues tomando en cuenta lo insólito del caso, pensaron que la señora, así como muchas personas más, sólo preguntaba por curiosidad.

Resulta que al día siguiente la señora regresó y al día siguiente también, ahí se empezó a sospechar que el verdadero motivo por el cual estaba tan interesada era saber dónde había terminado el cuerpo del huay Pek; también preguntaba con insistencia la complexión del animal, su color y si no tenía un medallón en el pecho.

Meses después se supo parcialmente lo que había ocurrido. Al parecer, esa señora era esposa del huay pek y como éste no regresó nunca a su casa, supuso que le pasó algo malo y como sabía que seguido viajaba su esposo a Tekal, ella acudió al pueblo en su búsqueda. Sabía que su marido era un huay y así se enteró de su triste final

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