En tres días, como máximo, revelarán causa de muerte de ballena

Este lunes se llevó a cabo la necropsia y el entierro del gigantesco cetáceo en Progreso.

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Para la necropsia realizada a la ballena remolcada en Progreso se requirieron unas 8 horas. Este lunes fue enterrada en dicho puerto. (Milenio Novedades)
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José Salazar/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- El inédito varamiento de una ballena rorcual o de aleta blanca en Progreso quedará para la historia: las autoridades municipales anunciaron que el destino del gigante marino será un museo, a fin de utilizar sus restos como atractivo turístico y con fines educativos.

“El sistema óseo  podría recuperase en uno o dos años para armarlo y exhibirlo a manera de elemento histórico y emblemático del puerto de Progreso”, anunció Raúl Díaz Gamboa, coordinador del Programa de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady)l equipo de la Universidad Autónoma de Yucatán.

Durante ocho largas horas, investigadores del Programa de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), trabajaron en la necropsia de la ballena que recaló en Progreso. Incluyeron la medición, disección y extracción de los órganos del animal marino,  la toma de muestras con el fin de analizarlas y ofrecieron que en un plazo máximo de tres días, revelarán si el gigante marino murió por alguna patología, por contaminación, si se envenenó con hidrocarburos, presentó lesiones internas o su muerte fue por causa natural.

Como informamos, anteayer pescadores progreseños descubrieron el cuerpo de una ballena rocual (Balaenopterapsyalus) muerta entre los dados de la Terminal Remota, en el más reciente caso de nueve mamíferos marinos que han recalado en lo que va del año en las costas yucatecas.

El alcalde José Cortés Góngotra, reveló que existe la posibilidad de habilitar el barco Zamná, actualmente ubicado en el Puerto de Abrigo de Yucalpetén,  como museo  para exhibir el esqueleto del coloso marino. 

Jorge Carlos Berlín Montero, Delegado Federal de la Semarnat en Yucatán, coincidió con el edil ya que dijo, en contadas ocasiones existe la oportunidad de tener un ejemplar de este tamaño para su estudio y exhibición. 

“Sería fácil armar el esqueleto para exhibirlo a la población en general, podría ser un atractivo turístico para el puerto y podremos apoyarles para hacerlo”, expresó Berlín Montero.

Los trabajos para determinar la causa de la muerte del cetáceo duraron ayer alrededor de ocho horas.Díaz Gamboa informó que los resultados preliminares de la necropsia  estarán disponibles en dos o tres días.

El especialista explicó que el animal pertenece a la especie aleta blanca conocida como rorcual común y habita comúnmente en aguas profundas del Golfo de México. El cetáceo, que era un macho en edad reproductiva, midió 14.5 metros y pesó 20 toneladas. 

No solo es la primera vez en Yucatán

“Es la primera vez que esta especie vara en las costas yucatecas y lo más seguro que también en el Golfo de México.  Hay pocas de estas especies y se encuentra protegida. Se sabe que se alimenta principalmente de zooplancton aunque en el Golfo de California se encontró que cuando este es poco abundante se alimenta de peces. Vamos a analizarla bien y para obtener todo el provecho académico posible”, comentó el biólogo marino. 

También realizaron mediciones en diversas partes del animal. Se contaron 93 surcos gulares en el cuerpo del animal, estos le sirven para filtrar plancton que es su principal alimento. El ancho de caudal o ancho de cola midió tres metros.

Apoyado por un grupo de 20 estudiantes de la carrera de la licenciatura en Biología Marina, el doctor Raúl Díaz Gamboa, inició las labores de necropsia desde las 10 horas para concluir alrededor de las 17 horas con el entierro del animal en la playa, a cinco metros de profundidad.

El colosal animal marino fue cortado en partes por los estudiantes universitarios, quienes se encargaron de retirar la gruesa capa de grasa de la ballena para posteriormente abrirla por el estómago. 

Al realizar este corte, se derramó una gran cantidad de sangre coagulada la cual fue cubierta con arena por personal de la Dirección de Ecología del Ayuntamiento de Progreso. El olor que despedía el cadáver era penetrante debido a su estado de descomposición. El doctor Díaz Gamboa comentó que la ballena tendría entre dos y tres días de fallecida. 

“Se le extrajeron los órganos internos y el estómago para evaluarlos; así como el sistema auditivo y se extirparon las estructuras dentarias a las que se les conoce como barbas. Estas estructuras son parecidas  las cerdas de una escoba y son con las que filtra su alimento”, explicó Raúl Díaz.

Mientras se realizaba la necropsia de la ballena, se desenterró el delfín encontrado muerto en Chicxulub, el sábado. Los biólogos marinos se llevaron su cabeza y estómago para analizarlos y determinar la causa de su fallecimiento.

Medidas e intervención universitaria 

  • El animal midió 14.5 metros y pesó 20 toneladas
  • Veinte estudiantes universitarios apoyan en las labores de disección del animal y su posterior entierro en la playa del puerto.

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