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MÉRIDA, Yuc.- De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del cuarto trimestre de 2012, en Yucatán existen 536 mil 428 hogares, del total 352 mil 520, es decir el 73.2 por ciento, son nucleares; 126 mil 607, el 26.3 por ciento, son ampliados y tan solo tres mil 853, el cinco por ciento, son compuestos.

En el marco del Día Internacional de la Familia, la directora del Consejo Estatal de Población (Coespo), Jessica Saidén Quiroz, aseguró que en Yucatán la mejor aproximación al número y características para conocer a las familias es el hogar, el cual hace referencia al conjunto de personas unidas o no por lazos de parentesco, que residen habitualmente en la misma vivienda y comparten un gasto destinado principalmente a la alimentación.

Mediante un comunicado, la funcionaria explicó que este universo agrupa estructuras que pueden clasificarse en hogares  familiares, donde las personas están emparentadas, y los no familiares, que dan cuenta de condiciones domésticas, donde no existen relaciones de parentesco o se conforman por una sola persona.

Desde esta perspectiva se infiere que la mayoría de las viviendas yucatecas son familiares, al sumar 481 mil 483 y representar el 89.7 por ciento. El resto, las no familiares, agrupa a 54 mil 945 y dan cuenta del 10.3 por ciento del total, agregó la titular del Coespo.

En cuanto a su tamaño, y tomando como base a personas mayores de 14 años, los hogares en Yucatán se distribuyen de la siguiente manera: el 14 por ciento se conforma con al menos un individuo a partir de ese rango, los unipersonales; los que tienen dos abarcan el 37.89 por ciento, es decir 203 mil 275 domicilios; los que se constituyen de tres habitantes acumulan el 23.2 por ciento, con 124 mil 579; aquellos con cuatro alcanzan el 18.4 por ciento, con 82 mil 508 viviendas y solo el 11.7 por ciento del total se forman de más de cinco ciudadanos.

De acuerdo con datos de la ENOE, la funcionaria destacó que en 49.9 por ciento de cada 100 hogares habita al menos un niño de 14 años de edad, es decir en 268 mil 179 y el 50.1 de cada 100 no tiene menores de 14 años, con 268 mil 249.

Asimismo se calcula que en 23.7 de cada 100 residencias habita al menos un adulto mayor de 65 años, lo que representa un total de 123 mil 133 hogares.

Cabeza de familia

Tradicionalmente, se considera que cada casa cuenta con una persona a quien sus miembros reconocen como el jefe de familia, independientemente de si contribuye o no al sostenimiento de la misma.

En este sentido, de acuerdo con la ENOE, del total de hogares 78 de cada 100 lo dirigen hombres, una cifra de 420 mil 378; en tanto que 22 de cada 100 lo hacen mujeres, con 116 mil 50 viviendas.

En el rubro educativo, la tasa de analfabetismo de los jefes y jefas de hogar, indica que la proporción de los que no saben leer ni escribir asciende a 9.8 por ciento; sin embargo, el rezago entre las mujeres es mayor, con un 14.6 por ciento.

En el caso de la estructura  por nivel de instrucción del cabeza de familia, la situación entre sexos es muy similar a la observada en el analfabetismo, ya que 13.3 por ciento de las dirigentes del hogar no tiene estudios, 15 mil 417 respecto al total de los presididos por féminas; mientras que los varones sin instrucción constituyen el 8.3 por ciento del total de las viviendas encabezadas por hombres con 34 mil 702. En el mismo sentido, el 30.7 por ciento de los mismos tiene estudios de nivel medio superior o superior, frente a 31.9 por ciento de las mujeres.

Ingresos

La distribución por rangos de salarios mínimos de quienes sostienen el hogar proporciona una idea de los ingresos monetarios que estos reciben y permite establecer una aproximación hacia las condiciones de vida de sus integrantes.

En Yucatán el 8.1 por ciento delos jefes de familia ocupados no recibe ingresos; 14.4 gana menos de un salario mínimo, 49 por ciento perciben de uno a tres, 16.6 de  tres a cinco y 11.9 más de cinco salarios.

Un último elemento a considerar en la estructura de los hogares es el acceso a las instituciones de salud de los dirigentes de hogar. El 32 por ciento tiene cobertura de este servicio, lo que implica un gran reto para el Estado, pues esto influye directamente en la calidad de vida de sus habitantes.

La sociedad necesita de la familia para avanzar, por eso es importante el diseño e instrumentación de una política de población que contribuya a articular de manera explícita, y mediante un enfoque integral, los programas de combate a la pobreza, de formación de capital humano, de atención a los grupos vulnerables y aquellos que promueven la integración en los hogares, para lograr este desarrollo, concluyó la funcionaria.