Paso a paso, la anulación del vudú contra alcalde yucateco

Junto al muñeco encontrado en el cementerio de Tixpéual había una veladora roja y otra en forma de calavera.

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El muñeco de vudú con la foto del presidente municipal de Tixpéual. (Jorge Moreno/SIPSE)
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Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Ayer dimos a conocer un caso reciente ocurrido en el municipio de Tixpéual, donde unos policías descubrieron un muñeco de vudú con la foto del presidente de esa población, José Angel Ismael Mex Salas, a las puertas del cementerio.

Decidieron entregarme el muñeco para analizar si se trataba de un embrujo real o solamente de una imitación (a veces, las mismas personas que quieren embrujar a alguien hacen el muñeco de vudú sin consultarle a ningún brujo, obviamente causando nulo efecto, nada más el susto de quien lo descubre).

Pero al momento de checarlo pude descubrir que éste sí fue hecho con la metodología que normalmente se usa, es decir, la persona que lo hizo sabía al pie de la letra cómo causar el efecto esperado.

El análisis lo hice en mis oficinas, ubicadas en el Museo Paranormal, pues los policías me “obsequiaron” su descubrimiento debido a que no querían tenerlo por precaución, sólo me pidieron que les informara sobre lo que yo descubriera.

Ataque laboral

Hay al menos diez variantes de los muñecos vudú (para perjudicar a la persona en amor, trabajo, sexo, amistad, salud, etc.), por lo tanto al analizarlo minuciosamente descubrí que el color verde del muñeco tiene el objetivo de “perjudicar el rendimiento laboral de la víctima”. 

Los alfileres clavados en los brazos, codos y muñecas son para “atarlo de manos a la situación laboral que enfrentará”. La vela roja es para que se le obscurezca su visión y no pueda ver las soluciones a sus problemas. 

La vela en forma de calavera es para que nadie pueda ayudarlo, y el haberlo dejado en el cementerio, contra lo que pudiera señalar la lógica, no es para hacer que pierda la vida, sino que, como presidente municipal, de cierta manera es un sitio que forma parte de su trabajo (el cementerio depende del ayuntamiento), por ese motivo lo pusieron ahí, ya que para que estos hechizos funcionen tendrían que ponerse no precisamente en la casa de la víctima (a menos que trabaje ahí), sino en un sitio a su cargo.

Lo ideal hubiera sido su oficina ubicada en el palacio municipal, pero tomando en cuenta que esta se ubica a un costado de la comandancia, hubiera sido un riesgo para los autores de esta magia dejarlo ahí.

El papel

Junto al muñeco encontrado había un papel en donde estaba escrito nueve veces el nombre del presidente municipal y en donde se pide con un peculiar y característico estilo que le vaya mal en su administración.

Para desactivar la magia contenida en el muñeco se procede a hacer un ritual especial en donde se van quitando los alfileres uno por uno (en el orden en que fueron puestos) y haciendo sencillas oraciones en cada situación. Al realizar esto, la magia quedó disuelta y el presidente municipal de Tixpéual quedó libre de este hechizo. 

El vudú es una religión que se originó a partir de las creencias que poseían los pueblos que fueron trasladados como esclavos desde Africa, del contacto de estas creencias con la religión cristiana y otras más como la Santería de Cuba o la Kimbanda de Brasil y tiene dos corrientes: la Lukumí (magia negra ) y la Conga (magia blanca).

Es así como dentro del vudú lukumí adoptan el uso de muñecos de forma humana que se fabrican para representar a una persona, anexándole una prenda u objeto propio, o bien, un fotografía en donde se vea claramente su rostro.

Todo esto con el fin de hacer un encantamiento o ritual para provocarle un cambio a través de la magia “simpática”, la cual trabaja con el principio de la similitud y del contacto asociativo (por ejemplo, atraer efectos parecidos) y se basa en la creencia de que alguien o algo puede ser mágicamente afectado ejecutando alguna acción sobre un objeto que representa a esa persona o asunto, en el caso del vudú, el muñeco.

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