Los fantasmas de 2 niños en Cinco Colonias

Hasta hoy pueden escucharse ruidos en una casa en donde hace ya varios años dos infantes perdieron la vida.

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Imagen de la colonia en donde estaba la casa que se quemó. Fue tomada hace 25 años, cuando no estaban pavimentadas las calles y aún había algunas casas de paja. (Jorge Moreno/SIPSE)
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Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Hoy es día de Historias para no dormir, es decir, los relatos que los propios lectores nos mandan y toca turno de Roberto Rayo Suaste, quien nos platica un caso tan triste como impactante ocurrido en Mérida, por el rumbo conocido como Cinco Colonias, al sur de la ciudad.

“En la calle 42-A del rumbo de Cinco Colonias, vivía una señora que daba en renta su casa; años atrás -me cuenta mi papá- que al lado de nuestra casa, había una choza de paja, donde vivía una familia con dos hijos.

“Un día, el papá estaba trabajando y la señora de la casa salió a comprar, dejando (sic) a sus dos hijos durmiendo. La señora cerró su casa, con candado, pero para su desgracia dejó unas velas encendidas.

“Según cuentan, se cayó una de las velas y el fuego prendió pólvora que tenían ahí; las flamas alcanzaron la paja, consumiendo (sic) toda la casa, quedándose (sic) los niños dentro de ella. Cuando mi papá fue de chismoso porque antes vivía cerca, llegó y dice que escuchó que los niños estaban gritando desesperadamente.

“Algunas personas llevaron sus cubos (cubetas) con agua para intentar apagar el fuego; en ese  entonces, en ese rumbo no había muchas viviendas y los vecinos –pocos- tenían que ir a buscar el agua lejos de ahí; los niños se quedaron atrapados y murieron. Cuando llegaron los bomberos, ya todo se había calcinado, ya que la choza era de paja y palos.

“Dice mi papá que cuando sacaron a los cuerpos de los niños observó que el mayor tenía abrazado a su hermanito, pero ya estaban los dos calcinados. Ya al paso de los años, empezaron a construirse viviendas cercanas, y en ese lugar también se levantó una casa de concreto.

Martillazos a la medianoche

“Cuando yo era pequeño me ponía a jugar en la sala y escuchaba risas; claro, yo sin saberlo. Me molestaba porque eran risas burlonas, y les decía cosas hasta que se calmaron; creo que se trataba del alma en pena de los dos infantes.

“Por las noches hasta en la actualidad, se escucha en la casa de mis papás como si estuvieran los vecinos martillando la pared, como si quisieran colocar un cuadro, pero te preguntas, martillando a las 11, 12 de la noche?

También se escucha como si estuvieran arrastrando muebles, como si estuvieras barriendo y tendrías que mover los muebles para pasar la escoba por ahí; y aclaro que hay algunas ocasiones que esa casa está vacía, pues como mencioné, la casa la daban a rentar y muchas veces quedaba deshabitada.

“Dice mi papá que son aluxes que hacen representar a las travesuras de los niños que fallecieron o pueden ser los espíritus de esos niños que murieron a lado de nuestra casa, porque a mi papá siempre se le pierden las cosas cuando las deja en un lugar, luego lo quieres agarrar y ya no está en el lugar dejado, así que lo empieza a buscar y no las ve, hasta un buen rato como una hora después aparecen justo en el mismo sitio en donde estaba al principio”, finalizó.

Por todo lo anterior, podría tratarse del alma en pena de esos pobres niños que murieron de forma trágica y posiblemente aún no descansen en paz.

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