Jorge Moreno/ SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Diversos investigadores del fenómeno paranormal han relacionado a los Ovnis con las culturas antiguas y sus zonas arqueológicas. Como ejemplo están las pirámides de Egipto o la Isla de Pascua, en Chile.  

Yucatán no es la excepción y en varios sitios como Uxmal, Chichén Itzá y Acanceh se han presenciado avistamientos Ovnis.

Ya sea por la energía que emana de estos lugares, o como dirían los escépticos "por mera casualidad", lo cierto es que se han podido obtener fotos de naves espaciales rondando estos sitios. 

Turistas que llegan a la entidad, e incluso locales, también afirman ver luces extrañas rondando estos sitios, y aseguran que los movimientos que realizan no corresponden a nada que ofrezca una explicación lógica (avión, helicóptero, satélite, etcétera).

Incluso, empleados de Uxmal me han reportado que ya están “acostumbrados” a ver con cierta frecuencia diversas luces con movimientos irregulares.

“No hacemos nada, ni lo reportamos. Por una parte porque nos tacharían de locos y, por otra, las luces no perjudican ni causan algún destrozo o algo que ameritara algún reporte”, mencionaron. 

En Acanceh

En Acanceh, hace unos años me reportaron sobre el avistamiento de Ovnis cerca de la pirámide que se encuentra en el centro de la población. Cuando viajé, entrevisté a los jóvenes Jiram Cetz y David Castilla, quienes habían sido testigos del suceso y me comentaron que igual en sitios cercanos han sufrido experiencias parecidas. 

De hecho, tres de sus videos los subieron a Youtube y ante la respuesta decidieron salir en busca de más avistamientos. La primera vez que vieron el Ovni fue una tarde después de la escuela: 

“Estaba en la parte trasera de una camioneta y casi cuando entrábamos a Acanceh uno de mis compañeros gritó que miráramos al cielo. Todos volteamos y lo vimos: era redondo con luces de colores, como si flotara en el cielo. Lo raro es que se movía poco, como si se tambaleara. Estaba muy cerca de nosotros, teníamos miedo y de pronto se movió y se fue”, dijo Jiram. 

A partir de ese momento, cuenta que él y su amigo David –quien tenía una filmadora- regresaron al lugar por varias noches para tratar de grabarlo y para su gran fortuna pudieron observar este fenómeno y grabarlo.  

Por si fuera poco, en alguna ocasión estos jóvenes lograron ver un grupo de Ovnis: “Una vez vimos como seis o siete de estos. De pronto apagaron sus luces y luego las prendían. Las naves andaban juntas.”