Israel Cárdenas/ Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- Este año 120 ciudadanos de Yucatán depositaron más de 900 mil pesos en efectivo a favor de cuentas bancarias de delincuentes tras ser víctimas de extorsión telefónica.

La Unidad de Antiextorsiones Telefónicas y Secuestros Virtuales de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) informó ayer que esta cifra podría superar el millón de pesos antes de que finalice este mes, ya que transcurre la temporada de mayor movimiento económico del año.

La dependencia precisó que el monto alcanzado hasta el momento que es de 900 mil pesos representa un aumento en comparación con el mismo periodo del año pasado, cuando 90 personas fueron extorsionadas por un monto total de 700 mil pesos.

Asimismo, se informó que Yucatán no aparece en la media nacional ni está incluido en las estadísticas de estados preocupantes en materia de extorsión telefónica, tampoco en secuestros virtuales ni secuestros.

La Unidad de Antiextorsiones Telefónicas y Secuestros Virtuales dio a conocer que mantiene una operación de seguridad las 24 horas todos los días por instrucciones del titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Luis Felipe Saidén Ojeda, para rastrear a quienes intentan extorsionar a los ciudadanos.

“Desafortunadamente hay gente que cae en estos engaños y paga diferentes cantidades de dinero, este año ha sido de 900 mil pesos en Yucatán, cifra que se considera que es poco comparado con lo que erogan personas que han sido extorsionados en otros estados del país”, apuntó la dependencia.

Qué hacer si se recibe una llamada

• Las autoridades han puesto a disposición los números 911 y 066 para recibir denuncias sobre extorsiones, amenazas, secuestro de familiares o desaparecidos, y recomendó a la ciudadanía colgar el teléfono de inmediato cuando reciban una llamada de intento de extorsión y no proporcionar información ni del domicilio ni de familiares.
• En este contexto, la citada dependencia precisó que cada mes reciben entre 60 y 80 llamadas de parte de ciudadanos que denuncian haber sido víctimas de una extorsión telefónica.