Joel González/México

El comediante Carlos Medina celebrará 25 años de interpretar el espectáculo unipersonal “¡Huay¡, monólogos de mi vejiga” que a la fecha cuenta con más de 250 representaciones, ofreciendo un par de funciones este fin de semana, en el marco del inicio de Temporada de Verano del teatro Casa Tanicho.

El espectáculo está dividido en cuatro momentos en los que se exploran a través de la comedia algunos temas siempre vigentes como el amor y la corrupción, que son aderezados con rutinas sorprendentes de expresión corporal y vocal.

En el primer cuadro aparece el “Punchis Punchis”, un personaje que hace Beat Box y además realiza diversos efectos de sonido con la boca mientras relata una historia; le sigue El Barrendero, un tipo que tras hacer su trabajo con la escoba se duerme en el escenario, en tanto su mano cobra vida, misma que le hace una serie de travesuras que son muy divertidas para el espectador.

El tercer segmento es el monólogo “El mejor amigo”, el cual forma parte del club de la comedia que hace análisis filosófico en torno a un hombre enamorado de una mujer, la cual solo lo mira como un buen amigo. Texto y contenido son respetados en su versión original con solo algunas adaptaciones y actualizaciones mínimas realizadas por el intérprete.

El cierre de la obra llega con la aparición de Jacky Chan Pech, un policía municipal de origen rural que soñando en convertirse en docente, llegó a la ciudad donde trabajó en diversos oficios hasta que fue aceptado en el cuerpo policiaco.

En entrevista con el creador de la propuesta escénica, señaló que el libreto en sus orígenes se tituló “Primera Jornada de sketches: preludio nada que ver”, luego se transformó en “Solo a reír usando la imaginación”, pero a debido a lo poco atractivo de estos nombres, finalmente lo estrenó con el nombre que conserva hasta la fecha.

“Tratando de buscar un nombre comercial se me ocurrió Monólogos de mi vejiga, porque primero son escenas con un solo personaje, y segundo porque el público que asiste solo ríe y esto provoca que el diafragma y los riñones se empiecen a sacudir y quieran ir al baño, pero como la obra está tan buena nadie se mueve de su lugar",
aseguró.