Guadalupe Grajales Martín, la primera alcaldesa del Estado

Doña Lupita, como le dicen de cariño, logró durante un miniperiodo mejoras más importantes en su natal Mocochá, que otros gobernantes.

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Guadalupe Grajales Martín se considera una mujer realizada profesional y personalmente. (Luis Pérez/SIPSE)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- “Lo más interesante es hacer lo que nadie ha hecho y sentir la satisfacción de hacerlo  tu primero”. Es la expresión que define el quehacer en la vida de Guadalupe Grajales Martín, de 67 años.

Grajales Martín fue la primera alcaldesa en la historia de Yucatán, en un miniperiodo en el que logró mejoras en su natal Mocochá, más significativas que otros gobernantes en administraciones completas.

Luchando con el machismo y opositores al interior de su instituto político, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), logró obtener el puesto de elección popular y comenzar una carrera política que no había planeado, pues es egresada de la Escuela Nacional de Capacitación del Magisterio y cambió sus calcetas de estudiante para tomar la batuta de un municipio. 

Doña Lupita, como le dicen de cariño, se considera una mujer realizada profesional y personalmente, madre de siete hijos, con un espíritu incansable e inquieto que la ha llevado por diferentes puestos.

Actualmente se considera útil para la sociedad como encargada de la Farmacia de la Casa del Pueblo, que beneficia a personas con desventaja social que necesitan medicamentos.

Según su experiencia, considera la vida política como circunstancial y  acepta los retos como vengan, por lo que no la agobia no haber llegado a ser gobernadora, diputada o senadora, porque asegura que donde la han puesto ha hecho el mejor papel posible. 

Misión por la función pública

“Mi carrera política se dio de una manera muy sencilla y natural en Mocochá, un municipio pequeño pero no menos importante que los otros 105 del Estado", indicó.

"Cuando estamos en un medio y logramos salir a otros lugares, adquirimos otros conocimientos, y así fue como pude estudiar fuera de mi comunidad desde mi primaria y descubrí que hay otras formas diferentes y mejores de vivir que la que se llevaba en mi pueblo. Desde allá descubrí que quería hacer algo para que mi comunidad se superara y mejorara su calidad, hacer algo para emanciparnos", explicó.

"Siempre lo tuve en mi mente, fui creciendo en años y preparación, en sintonía con otras personas escuchando las opiniones de gente de diferentes generaciones y de ahí salió la propuesta para buscar la alcaldía, tenía 23 años y acepté”, recuerda orgullosa.

Ante su decisión, tuvo voces que la intimidaron y la alertaron sobre los riesgos de entrar a la política tan joven y sin experiencia, pero no se detuvo. En el tiempo que existían los miniperiodos para ajustar el calendario electoral al federal, tuvo la oportunidad de gobernar su municipio de 1974–1976. 

Doña Lupita afirmó que el proceso de la campaña fue rápido, la coyuntura del pueblo que en ese entonces atravesando una crisis en el campo, estuvo de acuerdo con las aspiraciones de superación y deseaban a alguien “valiente para enfrentarse al toro”. 

Enfrentando al toro

“Fue en una época difícil, en la que los varones de entonces no concebían el hecho de que una mujer les gobernara y menos una chamaca. Mis calcetas de la Normal Superior me las quité para comenzar con esta hermosa experiencia. 

Tuve opositores muy fuertes, grupos enquistados que no querían dejar el poder; sin embargo, nos enfrentamos a esa situación, no fue fácil, pero siempre he pensado que lo fácil cualquiera lo hace, pero lo más interesante es hacer lo que nadie ha hecho y la satisfacción de hacerlo  tu primero”,  apuntó.

A pesar de los obstáculos su campaña se desarrolló y con todo el respaldo de sus conciudadanos, quienes vieron en ella una digna líder.

Su huella en la historia

Luego de haber estado al frente del Ayuntamiento de Mocochá, se dedicó a ejercer su profesión sin dejar a un lado su inquietud política que la llevó de nuevo al liderazgo dos años más tarde. “La política  es circunstancial”, reflexiona. 

Tras varios años de servicio consecutivo mezclado con su trabajo de maestra  y madre de familia, el ritmo de trabajo tomó un nivel tranquilo y le encargaron desde el 1 de julio de 1993 ser la encargada de la farmacia del consultorio médico de la Casa del Pueblo, sede estatal  del PRI, desde donde atiende a decenas de familias a diario desde las 9:00 horas hasta las 20:00 horas, viajando diariamente de su natal Mocochá para seguir sirviendo.

Perfil y trayectoria
  • Guadalupe Grajales Martín nació el 11 de diciembre de 1946, en Mocochá, Yucatán.
  • En cada periodo de trabajo en los distintos cargos recibió reconocimientos por su labor desempeñada satisfactoriamente.
  • El 17 de octubre de 2012, el secretario general de gobierno Víctor Caballero Durán,  a nombre del gobernador Rolando Zapata Bello, le entregó un reconocimiento por ser la primera alcaldesa en el estado de Yucatán.
  • En 1990, durante su trabajo de coordinadora estatal del Consejo para la Integración de la Mujer en Yucatán, participó en un proyecto de actualización del partido, impulsado por Luis Donaldo Colosio, entonces dirigente nacional del PRI. 

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