Imposible es una palabra que a muchos nos disgusta, pero que aún continúa ejerciendo su enorme poderío para detener y enterrar un buen número de iniciativas y buenas ideas. Y por favor, por ningún motivo vayan a imaginarse que soy de esos que piensan que el “poder de la mente” lo puede todo, y que “si te lo propones”, o “lo decretas”, vas a lograrlo. Soy un convencido de que el único modo para alcanzar cosas ambiciosas es con trabajo arduo, dedicado, enfocado, con profesionalismo, con alta calidad, eficiencia, y muchos otros atributos o ingredientes.

Como ingeniero civil y ya con cerca de 30 años siendo empresario de la industria de la construcción, sé que, ante un gran desafío, se tiene que poner el ingenio por delante, calcular, diseñar, someter a pruebas y atreverse a proponer y ejecutar ideas innovadoras, disruptivas y visionarias, para encontrar soluciones y satisfacer las demandas del mundo globalizado en el que estamos inmersos.

Además de lo anterior, también es cierto que todo nace de una visión clara de lo que queremos o necesitamos, por eso me causó agrado leer las noticias de que apenas asumió la presidencia del Consejo Directivo de la Canacintra el Lic. Juan Manuel Ponce Díaz, una de sus primeras acciones fue reunir al nuevo Consejo para analizar, armar y aprobar su Agenda Estratégica 2017.

En dicha agenda, establecen claramente como prioridades de trabajo el desarrollo de las redes logísticas, de conectividad y de infraestructura, que incluye la mejora de la red ferroviaria, y la necesidad de ampliar las operaciones del Puerto de Altura de Progreso, así como también ponen especial énfasis en la reducción del costo energético mediante el abasto suficiente y de alta calidad de gas natural, un combustible que no sólo es más limpio, sino aproximadamente de un tercio del costo de otros que hoy se usan ante la escasez del gas natural.

Aun con esa claridad de metas, seguramente pronto veremos surgir las voces que invocan a lo imposible. No lo permitamos por ningún motivo. Nelson Mandela decía: “Todo parece imposible, hasta que se hace.”

Hace un par de semanas tuve oportunidad de visitar el Puerto de La Coruña, en España, y el Sr. Enrique Losada Rodríguez, presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña, me decía que cuando presentaban en diversos foros el proyecto que tenían para hacer un nuevo puerto exterior, todo el mundo les decía que esa obra era imposible de llevarse al cabo. Ciertamente tenía muchas complejidades técnicas y desafíos que remontar, pero gracias a una buena dosis de ingeniería civil y una gran empresa constructora, hoy ese flamante puerto opera como estaba previsto.

Finalmente, es imposible que yo deje pasar esta oportunidad para agradecerte profundamente, amable lector, por tu acompañamiento a esta columna ahora que estamos cumpliendo dos años de haberla iniciado. ¡Muchas gracias!