Gerardo Keb/PROGRESO 
Grupos de restauranteros del Malecón de Progreso están en desacuerdo tras la medida tomada por el Ayuntamiento de retirar mobiliario que estorbaba en la playa, tales como mesas, sillas, camastros, entre otros; por otra parte, usuarios locales celebraron la medida al considerar que el sitio debe lucir libre de objetos la mayor parte del tiempo.

Ante los trabajos de mejorar de la imagen del puerto al turismo y con la intensión de unificar y darle mayor presentación al Malecón, esta semana el Ayuntamiento de Progreso llevó a cabo el retiro de mobiliario que desde hace años se aloja en las playas del lugar, con el objetivo de que los concesionarios únicamente utilicen dicho espacio durante sus horarios laborales, para que posteriormente los retiren en totalidad del sitio, así mismo se indicó que en breve se llevaría a cabo cambios generales en dichos artículos, unificando colores y estructuras de los mismos para generar el cambio de imagen a los visitantes locales.

En este sentido, un nutrido grupo de concesionarios avalaron y apoyaron las modificaciones, señalando que con ello esperan poder revertir la disminución en la cantidad de turistas extranjeros que llegan al puerto. Sin embargo, otro grupo de este mismo giro se dijo perjudicado por las medidas tomadas, señalando que con esto incrementan sus gastos de operación al tener que rentar bodegas para sus objetos o en caso hacer uso de fletes para traerlos hasta el lugar, del mismo modo en caso de hacer caso omiso de dicha medida señalaron que serán sancionados con multas, las cuales indicaron que solo perjudicarán más su economía.

(Foto de Gerardo Keb)

Los usuarios del malecón y diversos ciudadanos del puerto externaron en redes sociales, como a través de otros medios, su aprobación a la medida en favor de la desocupación del Malecón, indicando que este sitio ha sido totalmente explotado por los concesionarios, quienes, indican, se han adueñado de buena parte de la playa.

Por su parte, el alcalde de Progreso, Julián Zacarías, señaló que la medida tomada cuenta con el respaldo de cerca del 80% de los concesionarios, pero indicó que tendrá reuniones con autoridades federales para buscar soluciones y atención a dichos problemas. Señaló que por años, el Malecón ha tenido un desarrollo sin supervisión por lo que ahora con los planes de mejoramiento que se tienen y que podrían comenzar a ejecutarse luego de las vacaciones de verano, se buscará darle una nueva cara al sitio.

Así mismo recalcó que las acciones que se tomen intentarán ser mediadoras entre lo que la población pide, pero sin afectar a los concesionarios, quienes a través de estas actividades logran ganarse la vida y ofrecen empleos a decenas de personas.