Invitan a 'volver a vivir' sin la adicción al juego

Durante la transmisión del programa 'Salvemos una Vida' se presentó información sobre la ludopatía, así como testimonio y caso de éxito.

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Conductores e invitados a la emisión semanal del programa radiofónico Salvemos una Vida. (César González/SIPSE)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Yucatán supera la media nacional en materia de ludopaía (adicción al juego), la Encuesta Estatal de Adicciones 2014 indica que estado alcanzó un 2.99 por ciento, que equivale a 60 mil posibles ludópatas, quienes ponen en riesgo su salud mental, relaciones personales, laborales y estabilidad financiera.

Para aportar a la solución, la emisión de ayer del programa radial Salvemos una Vida promovió información sobre el tema, así como testimonio y caso de éxito  para sensibilizar a la sociedad a mirar el tema del juego con más conciencia. 

Con este fin, los conductores Esperanza Nieto y Jorge Barrera  platicaron con los invitados María José Trava Díaz, del grupo de autoayuda “Vuelve a vivir” Jugadores Anónimos,  y el terapeuta Javier García Maldonado, dos promotores de la rehabilitación y prevención de la adicción al juego. 

María recordó que se acercó a la asociación porque vivió en carne propia las consecuencias de la ludopatía y actualmente, recuperada, forma parte del equipo que ayuda a las personas que desean liberarse de este persistente deseo de estar jugando y apostando activos no renovables como el tiempo y el afecto.

“Me acerqué a los casinos creyendo que me iba a pasar un rato agradable, y no me daba cuenta entonces que lo que estaba haciendo era evadir.  Primero fui con amigas, conocidas, familiares, comencé a ir más seguido, más tiempo y luego cada vez prefería estar sola. En esos momentos uno dispone de dinero y tiempo y ya no respetas límites, y comienzas a  sentir que algo anda mal, comienzas a tener sentimientos negativos, debo reconocer que salí varias veces del casino llorando por haber perdido una cantidad que no planee, peor cuando tomas dinero que ya no es el excedente que pensabas invertir como actividad recreativa, sino del que estaba destinado a otras cosas”,  recordó María José.

Dijo que ésta y otras historias se comparten en las reuniones del grupo de apoyo como parte de la recuperación e invitó a las personas que se sientan identificadas con su caso a pedir ayudar y comenzar su proceso de liberación a la adicción al juego.

Con el auge de casinos en la ciudad, se ha vuelto una moda que los adultos lo tomen como punto de reunión  y convivencia

“Es importante reconocer que tenemos un problema y no lo podemos controlar, y genera un sufrimiento, a veces no aceptamos unos por miedo y otros por tabú, porque piensas que te etiquetan si estás en un grupo de apoyo, pero mientras más pronto mejor. Por mi parte, durante los primeros cuatro años pensé que era jugadora social, pero en el quinto o sexto año ya se convirtió en un problema. Me di cuenta que aunque no quería jugar, iba a jugar y comencé a cuestionarme por qué, además, sumaba a los problemas de dinero, la ausencia en casa”, abundó.

Recordó que irónicamente en el lugar donde desarrolló la adicción también encontró la solución, pues fue una compañera de juego quien le recomendó asistir al grupo de ayuda que le cambió la vida. 

En el segundo segmento se sumó  al programa el  terapeuta Javier García Maldonado, quien además forma parte del proyecto Salvemos una Vida. El especialista explicó las causales de la ludopatía y explicó lo que sucede en la vida de quienes caen en  esta dependencia. 

“La ludopatía consiste en un trastorno en el que la persona se ve obligada por una urgencia psicológicamente incontrolable a jugar de forma persistente y progresiva, afectando negativamente su vida personal, familiar y vocacional. A veces no se da cuenta, lo ve como un pasatiemo, no como un trastorno o una adicción, pero así empiezan buscando un entretenimiento, pero cuando todo gira en torno al juego y trastoca las finanzas, así como las relaciones personales, nos marca. El ludópata cada vez que juega quiere confirmar algo, porque hay una carencia”, dijo.

Destacó que con el auge de casinos en la ciudad, se ha vuelto una moda que los adultos lo tomen como punto de reunión  y convivencia, lo que sin duda puede volverse en un problema.

“Cuando una necesidad se conecta con el juego, se vuelve una adicción y como caen en una negación, luego caen hasta en la mitomanía, justificándose con mentiras, dicen que ganan  cantidades que no son ciertas para que no los cuestionen, pero se necesita mucho valor para darse cuenta que requieren ayuda.  Los ludópatas a veces tratan de recuperar lo perdido en el juego con más juego, inventan hasta enfermedades para que sus seres queridos les den dinero, caen en actos ilegales para obtener recursos, arriesgan su empleo y familia, y en sus prioridades cree que no hay peligro”, abundó.

Dijo que existen tres etapas antes de comenzar la recuperación: “dorada”, en la que el jugador se enfoca más en lo que gana que en lo que gasta, le sigue  la fase de desesperación cuando el jugador perdió todo su dinero y la tercera es la aceptación, toma conciencia de su problema y comienza su proceso de rehabilitación.

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