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MÉRIDA, Yuc.- Parece difícil de creer la historia de la joven china Fang Zheng, de 24 años, que vivía como esclava en Mérida, a donde llegó desde su lugar de origen luego de ser "comprada" a sus padres por un hombre de su misma raza que la explotaba laboralmente en un restaurante de comida asiática en el centro de la ciudad.

Sin embargo, más extraordinaria es la forma en que pudo librarse de su esposo y los padres de éste que la mantenían cautiva, pues cuando lloraba a las puertas del restaurante donde prácticamente era esclava fue auxiliada por varias personas, entre ellas una que estudia chino mandarín.

Las autoridades no informaron del nombre del hombre que la "compró" en China y tampoco qué ha sucedido con él, o si hay algún tipo de investigación por este caso por trata de personas.

Como informamos, Fang Zheng fue enviada a su país al descubrirse que llegó a Mérida al ser “comprada” a sus padres por un hombre chino que la explotaba laboralmente en un restaurante de comida asiática del centro de la ciudad.

Personal especializado del Centro de Justicia para las Mujeres (CJM), la Unidad de Peritos Intérpretes y la dirección de Atención a Víctimas, con el apoyo del Instituto Nacional de Migración (INM), rescataron a la ciudadana china, retenida contra su voluntad por su esposo, que la obligaba a trabajar con él y la golpeaba cuando no le obedecía.

Adelaida Cab Chan, titular de la Unidad de Peritos Intérpretes, informó que el caso se encuentra registrado en la Averiguación Previa 294/5a./2014, denuncia interpuesta por la ciudadana Fang Zheng, originaria de Fujian, China, quien con ayuda de una persona que estudia chino mandarín solicitó auxilio a las autoridades, logrando llegar hasta la Fiscalía General del Estado (FGE).

Bajo amenazas

El hecho ocurrió en días pasados, cuando la joven asiática fue auxiliada por varias personas que la vieron llorar a las puertas de un restaurante de comida china ubicado sobre la calle 62 entre 65 y 67 del centro de Mérida.

Al conocer el caso, varias direcciones de la FGE y el Centro de Justicia dieron seguimiento a la denuncia en donde la mujer acusaba maltratos. En consecuencia le fue asignado un perito traductor, a fin de ayudarla para conocer a fondo su historia.

La mujer externó que trabajaba en un restaurante chino con su esposo, quien no la dejaba salir y no le permitía hablar con nadie.

Para evitar que huyera, su marido la despojó de todos sus documentos y pasaporte, argumentando que se encontraban en Migración y la amedrentaba diciéndole que las autoridades la podían encarcelar por no contar con sus papeles. Incluso, le decía que los mexicanos eran malos y la podrían dañar.

En su denuncia, la joven manifestó que no podía salir ni le permitían hablar por teléfono con sus familiares, situación que había reclamado en varias ocasiones y a cambio recibía golpes. El día que la vieron llorando en la calle fue por ese motivo.

Reencuentro con familiares

Ante el caso, la joven fue acompañada a su domicilio por un grupo de agentes ministeriales y personal de la Fiscalía, a donde también llegó personal del INM para revisar los documentos del esposo y los padres del mismo.

Al término de la recuperación de la documentación, ropa y pertenencias de la joven, abogados del INM se hicieron cargo de su custodia para trasladarla a un albergue y posteriormente tramitar el regreso a su país.

La joven fue llevada de regreso a China, a donde llegó la madrugada del jueves 20 de marzo pasado, acompañada de autoridades mexicanas de migración, quienes aseguraron su resguardo hasta el reencuentro con sus familiares.