Jóvenes innovan la tradición maya

Los empresarios Camilo Olivas Valladares y Julio Sacramento Vera ganaron el premio al Mejor Proyecto Emprendedor por parte de la Canaco-Servytur.

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Dos jóvenes que emprenden un negocio de hamacas, donde el cliente elige el color, forma, tipo de hilo y tamaño. (Milenio Novedades)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Camilo Iván Olivas Valladares y Julio César Sacramento Vera son dos jóvenes emprendedores que tomaron un elemento de la tradición yucateca para darle un toque contemporáneo y personalizado, que exalta la estética de la región maya y mexicana; se trata de un negocio de hamacas que toma en cuenta al cliente para su elaboración, pues es él quien elige el color, forma, tipo de hilo y tamaño del producto.

No obstante, ofrecen seis opciones en las que rinden tributo a la pitahaya, el mar, los chiles habaneros, el zarape mexicano y los nopales.

Los dos empresarios ganaron en días pasados el premio al Mejor Proyecto Emprendedor por parte de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos (Canaco-Servytur) y fueron seleccionados entre las iniciativas beneficiadas de la convocatoria “Emprende”, de la Secretaría de la Juventud (Sejuve). Design your Hamock (Diseña tu hamaca) es el nombre de su negocio, pensado en inglés porque su mercado principal es el turismo nacional e internacional.

¿Cómo decidieron iniciar un negocio basado en un producto posicionado?

Julio: Todo inició en pláticas hace dos años, mientras Camilo estaba desarrollando su proyecto de tesis de la carrera de Diseño de Productos en la Universidad Modelo, sobre un taburete con urdido de hamaca. Me comentó el proyecto como amigo y por mi profesión de mercadólogo que cursaba en la Universidad Interamericana para el Desarrollo, entusiasmados por la iniciativa decidimos emprender un negocio juntos. La primera idea era vender artesanías personalizadas de la región al extranjero, de esta manera nos asesoramos y Aarón Rosado, director de Pymexporta, nos aconsejó no abarcar todo sino decidirnos por uno para empezar, así elegimos las hamacas, un producto que la gente conoce, compra, pero le dimos un toque diferente con el tipo de diseño, material, presentación y comercialización.

Sabíamos que había miles de productores de hamacas y por eso nos lanzamos al mercado ofertándolas de manera distinta, con miras al turismo mexicanos, y extranjero.

¿Cómo fue su proceso para entrar al mercado de las hamacas a sabiendas que existen muchos negocios similares?

Camilo: Empezamos vendiendo sólo por internet y luego decidimos que debíamos tener presencia física en tiendas y el primer lugar donde distribuimos fue en las cabañas del cenote de Ikil. Visitamos con nuestras hamacas las tiendas de artesanías para vender el concepto y convencer que vale la pena para los turistas. Se vendió bien y ahora estamos en Hotel Mayaland de Chichén, en el Gran Museo Maya de Mérida y Plaza la Fiesta, en Cancún, Quintana Roo.

¿Cómo protegen legalmente su trabajo?

Camilo: La marca ya está registrada y estamos por hacerlo con los modelos y colores, estamos dados de alta en hacienda y todo está en orden.

¿Le temen al plagio?

Julio: No le temíamos, le teníamos pavor, pero hicimos una alianza estratégica por quien es ahora nuestro director de producción, Julio Tuyub, que está al frente del equipo de artesanos que trabajan y que guarda con celo los diseños y es encargado del control de calidad. Sin él no estaríamos aquí, nos  tiene confianza, con él hicimos una alianza importante y esencial para el proyecto porque sin su apoyo ya hubiéramos tirado la toalla. Además, el trabajo que hacemos es muy particular y el concepto es idea original de nosotros.

¿Cómo ha sido su proceso de desarrollo del negocio al ser tan jóvenes?

Julio: Nos benefició porque mucha gente con la que tratamos les gusta ayudar a los emprendedores, nos abren las puertas. Lo más importante es hacer algo diferente para sobresalir y encontrar mejores oportunidades, para no sólo competir en precio, producto o tamaño, eso hace más difícil y sanguinaria la competencia. De hecho, una marca grande de hamacas nos contactó para vendernos hilos porque se dan cuenta que no queremos quitarlos del mercado, sino enriquecerlos con una propuesta diferente.

Camilo: Al ser jóvenes no tenemos miedo de probar, desde cero nos lanzamos, pensando y creyendo en el concepto. No tenemos competencia que haga exactamente lo mismo, queremos crear una marca de hamaca, dirigida al turismo resaltando el valor cultural y práctico. Todos los esfuerzos son para satisfacer al mercado turístico. 

Nosotros teníamos trabajos y cuando nos decidimos por esto dejamos nuestros empleos para darle impulso, con capital propio producto de las liquidaciones. 

¿Qué logros han obtenido hasta el momento?

Camilo: Hemos exportado a Estados Unidos, Canadá y gente que se ha llevado Finlandia, Italia, Francia y Alemania. Participamos por primera vez en la Expo Comercio y ganamos el Premio al Mejor Proyecto del Pabellón de Emprendedores, evento convocado por la Canaco. 

Con nuestro producto ganamos un espacio para la expo del 2014, capacitación, presencia en medios y asesoría con el presidente de la cámara, ya nos invitaron a la Expo Comercio de Tabasco, del 19 de noviembre al 1 de diciembre y fuimos elegidos entre los proyectos que recibirán apoyos en la convocatoria para emprendedores de la Secretaría de la Juventud (Sejuve). 

¿Cuáles son los siguientes pasos en su proyecto?

Julio: Diversificar basados en el tejido de la hamaca, ya sacamos pulseras de hamaca, basado en el tejido de la hamaca, bolsas, estamos por hacer zapatos, sombreros y un taburete. 

¿Qué consejos compartirían con sus contemporáneos emprendedores?

Camilo: no quiten el dedo del renglón porque siempre habrá quien te diga, que no es buena idea, que te dediques a otra cosa, pero realmente estamos aquí por nuestro esfuerzo, el apoyo de nuestras familias. En cuestión financiera les podemos decir que antes de gastar en algo hay que pensarlo bien porque terminas desperdiciando dinero.

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