Contradicen a un testigo protegido en caso contra Medina Sonda

Ex empleados de la cárcel de Tabasco dicen que Medina Sonda sólo recibía visitas familiares

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Emma Molina fue asesinada en la puerta de su casa. (Archivo/Novedades Yucatán)
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Luis Fuente/Mérida
El ex director, el ex jefe de seguridad y dos custodios del Cereso de Tabasco, todos militares retirados, comparecieron ayer ante el Tribunal Primero de Juicio Oral, aseguraron que Martín Alberto Medina Sonda, acusado del homicidio de Emma Gabriel Molina Canto, solo recibía visitas de sus familiares y que en las revisiones nunca se le encontró algún teléfono celular u otro dispositivo para comunicarse con el exterior.

Esto contradice la versión del testigo protegido de la Fiscalía General del Estado, R. C. R. B., quien señaló que ingresó varias veces al Cereso de Tabasco, sin registrarse, para ver a Medina Sonda y que en ocasiones éste le llamaba por teléfono celular para ponerse de acuerdo en la ejecución del asesinato.

A preguntas de la defensa, el ex director indicó que existen seis filtros para ingresar y que los visitantes tienen que identificarse.

Recalcó que en el caso de Medina Sonda solo tenía autorizadas las visitas de sus padres y familiares cercanos.

Detalló que desde el Cereso no pueden hacerse llamadas por teléefonos celulares, ya que se cuenta con antenas que bloquean la señal.

Por su parte, el ex feje de seguridad confirmó lo dicho por el entonces director
Los otros dos testigos, quien eran custodios del Cereso de Tabasco, se refirieron en los mismo términos.

Activista “huye”

Un “ingrediente” poco común en la audiencia fue que la presidenta del Tribunal, Fabiola Rodríguez Zurita, acusó de desacato a la activista María Eugenia Núñez Zapata, porque se negó a cambiarse de asiento a pesar de que se lo pidió un agente de la Policía Procesal.

El acusado J. R. M. H. se quejó ante el Tribunal de que la activista aprovechaba su asiento en la primera banca, detrás del inculpado y sus defensores, para insutarlo y amenazarlo.

Después de que fue apercibida por el policía y no hizo caso, la coordinadora de sala también se los solicitó, pero hizo caso omiso.

A Núñez Zapata, la juez la advirtió que podía ordenar su arresto por 36 horas, si no se movía del lugar que ocupaba; al reaunudarse la audiencia, la activista ya no regreso a la sala 8, donde se lleva el juicio.

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