Una de las cosas que la gente siempre recuerda de un político es la ayuda que éste da a quien lo necesita. Así, quien hace trabajos en pro de las personas con alguna discapacidad siempre va a tener un margen de aceptación. En este rubro también entran los jóvenes.

Es bien sabido que la ex gobernadora Ivonne Ortega le dio mucho poder a la juventud, al hacer una Secretaría y al nombrar a personas muy jóvenes dentro de su gabinete y en puestos de elección importantes, como en el Congreso del Estado. Sin embargo, tampoco es un secreto que esos elegidos no supieron dar el ancho, como se dice vulgarmente, y no lograron mantener ese respeto que se logró al principio.

Ahora vemos que el sector de la juventud está siendo castigado por las autoridades, en el estado con una Secretaría que sigue sin repuntar y que a veces da la impresión de que ni ellos saben qué hacen y con una secretaria heredada de la administración anterior y que tampoco ha logrado funcionar, a pesar de su curriculum. A nivel federal el caso es peor: el presidente desapareció al Imjuve y lo integró a la Secretaría de Desarrollo Social, un golpe bajo para quienes se dedicaron en cuerpo y alma a la campaña.

Lo que llama mi atención es que no ha habido pronunciamientos al respecto: los jóvenes se quedaron callados, no reclamaron. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué pensarán los activistas que tanto defendieron a su candidato en campaña? ¿Qué estarán pensando aquellos que decían que se necesitaba un presidente joven que supiera entenderlos? ¿Qué dirá la misma Ivonne Ortega, defensora e impulsora de la juventud?

Es un hecho que el sector joven es como el arma secreta de las campañas, quien logra su aceptación ya tiene una gran cantidad de votos ganada. El hacer campañas juveniles no es fortuito, cualquier político, asesor y “campañero” sabe que es imperativo hacer un trabajo con la juventud. Sin embargo, hemos visto que, al llegar al poder, las autoridades se olvidan de ese sector. Así, los jóvenes son prioridad en campaña y carga en gobierno y francamente me parece una atrocidad. Y ya no es cuestión de hacer políticas públicas, porque las hay. Se trata de aplicarlas eficientemente, con voluntad real y con personas calificadas.

Por otra parte, el alcalde de Valladolid, Roger Alcocer, va a tomar protesta como presidente de la Fenam y con eso se empiezan a acomodar las cosas para el PRI en el interior del Estado. Habrá que estar al pendiente de la región, hay personas muy carismáticas y que han logrado empatía con la gente, como los diputados Gonzalo Escalante, Fernando Romero y Rafael Chan, aunque no han logrado despuntar en el Congreso. Estemos al pendiente de cómo van surgiendo los liderazgos y cómo se van acomodando las cosas.