Nalleli Calderón/MÉRIDA
En junio iniciarían las acciones contempladas en el plan de rescate de la zona maya de Kulubá, en Tizimín,debido a que se está a la espera de que las oficinas centrales del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) autoricen los proyectos arqueológicos, afirmó Alfredo Barrera Rubio, arqueólogo encargado de los trabajos.

Con base en datos obtenidos, se prevé que los trabajos de campo duren alrededor de cinco meses y medio, por lo que finalizarían este año.

El rescate de la zona surgió a raíz de un convenio firmado entre el Gobierno estatal y el INAH en mayo del año pasado, en el que además se contemplan trabajos de recate en las zonas arqueológicas de Chichén Itzá, Uxmal, Dzibilchaltún e Izamal.

Los recursos se entregaron en octubre del año pasado, pero no fueron en su totalidad, pues de los 37 millones de pesos que le correspondían al circuito arqueológico, solo recibieron 17 millones de pesos, es decir, menos del 50 por ciento de lo acordado.

Sin embargo, el también investigador indicó que esperan que el actual Gobierno estatal disponga de los 20 millones de pesos restantes para completar los trabajos en todas las zonas.

En el caso de Kulubá, estos consistirán en completar el levantamiento topográfico de las estructuras y de mapear 230 hectáreas. Luego, se dará mantenimiento a varios edificios que están en los grupos principales, como el grupo A y B, que incluirán pintura, estuco, grafitis, pisos y banquetas.

“Los objetivos que se anunciaron no son factibles lograrlos con menos de la mitad de los recursos, pero como es un convenio no es un acuerdo entre personas, pues las autoridades están gestionando que se cubra el faltante para tener los recursos y que se cumpla lo que se anunció”, explicó.