Los fragmentos cerámicos son una de las evidencias arqueológicas que regularmente encontramos asociadas a los sitios prehispánicos y durante las exploraciones son los materiales que con más frecuencia y en mayor cantidad recuperan los investigadores.
En esas labores se pueden recuperar miles de estos materiales de diversos tamaños, con una amplia gama de colores, con huellas de decoración y con restos de pintura, ya que los más antiguos son de vasijas policromas.

La diversidad de formas que tienen estos objetos cerámicos nos dan cuenta de las actividades que, en el caso de esta región de Mesoamérica, los antiguos mayas realizaban. Cuando se recuperan vasijas completas éstas generalmente están asociadas a entierros y también a alguna actividad ritual, pero lo más común es la recuperación de fragmentos cerámicos de uso estrictamente doméstico.

La información sobre estos objetos se obtiene analizando la forma y la calidad de los artefactos. La alfarería es una de actividades humanas más antiguas, solamente fue posible después del descubrimiento del fuego.

La cerámica prehispánica es importante para entender las costumbres de los pueblos que la produjeron. Es un indicador que permite inferir el avance tecnológico de las sociedades que la crearon. Por medio de la arqueometría se puede identificar el origen de los materiales que se emplearon para elaborar las vasijas, así como el tipo de alimento que contenían.

La maestría de sus creadores se ve reflejada tanto en las diversas técnicas utilizadas para su elaboración como en su decoración. Los diseños y las formas de las vasijas dan cuenta de su carácter local, o bien de la mezcla de influencias internas y externas en las comunidades que las produjeron.

De acuerdo con su tipología, se puede establecer una cronología, regularmente relacionada con métodos absolutos de datación. Las colecciones recuperadas en Uxmal, por ejemplo, datan del 400 a.C., pero el mayor porcentaje de los hallazgos corresponde al apogeo del sitio, fechado entre los años 700 y 1000 d.C.

Durante el Periodo Posclásico (1000 a 1200 d.C.) decreció la producción cerámica en la región de Uxmal.