Con música y flores la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta) iniciarán los festejos por el nacimiento del poeta Ricardo López Méndez, quien hace 171 años vio la luz en Izamal, el 7 de febrero de 1903.

Un día antes, el 6 de febrero, en el centro cultural que tiene su nombre al norte de la ciudad, se llevará a cabo la serenata con sus canciones en coautoría con reconocidos compositores de la época como el también yucateco Guty Cárdenas, Gonzalo Curiel, Alfonso Esparza Oteo, Manuel Esperón, Tata Nacho y hasta el Chino Herrera, entre muchos otros.

Asimismo, se efectuará una ofrenda floral. Al día siguiente, continuarán las celebraciones, el Ayuntamiento de Mérida a través del Centro Cultural José Martí, en cuyos jardines tiene un busto del homenajeado, se depositará otra ofrenda floral con música del autor de “Nunca”, “Golondrina viajera”, “Íntimo Secreto”, “La mujer del puerto”, entre las más de 200 escritas.

En la tarde nuevamente en el Centro Cultural Ricardo López Méndez se rendirá un homenaje con la participación de los alumnos del recinto, en memoria de su vasto legado a la cultura del país.

Por la noche, la presidencia municipal de Izamal también rendirá un homenaje para recordar el día que nació en ese mismo lugar cuya vivienda, enfrente de la plaza principal, ostenta una placa cuando lo nombraron Hijo Predilecto. Ricardo López Méndez fue un hombre de convicciones.

Con sus letras cantó y contó los acontecimientos que configuraron la identidad del país, pues participó como cofundador de instituciones que a la fecha continúan vigentes como la XEW, Televisa, la Sociedad de Autores y Compositores, el Excélsior, El Universal y la Lotería Nacional.

Enalteció el patriotismo en poemas como “Credo” y “Voz en la piedra”, escrito en 1942 para celebrar los cuatro siglos de la fundación de Mérida.

Se destacó como pensador. Su ideología la plasmó en sus ensayos donde abordó desde temas coyunturales hasta hechos que lo marcaron como el fusilamiento de Felipe Carrillo Puerto, con quien fundó la primera biblioteca para los indígenas el 1 de mayo de 1923 y recibió el nombramiento de director de ésta, ya que la intención era alfabetizar y culturizar a los mayas y quién mejor que un joven con la pasión e inteligencia de Ricardo.

Es difícil imaginar qué hubiera pasado si Carrillo Puerto hubiera concluido su gestión, pues este hecho azaroso cambió su rumbo y lo llevó a Ciudad de México, donde vivió la vorágine del centro político del país y desarrolló su carrera en la locución que ahora año a año celebra en Yucatán el Colegio de Locutores A.C.

Su incursión no sólo en la cultura del país, sino en el sector empresarial, lo volvió universal. Mientras sus canciones se anidaban en el corazón de los mexicanos, su voz entraba a los hogares por la radio y sus letras se publicaban en todos los periódicos de la época. El amplio legado de Ricardo López Méndez es un orgullo para los yucatecos.