La leyenda de Nicté-Ha y el cardenal

El amor entre el príncipe Chacdziedzib y una humilde muchacha terminó trágicamente al no ser bien visto por los ancianos del reino.

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Una historia de amor que se convirtió en una leyenda. (Jorge Moreno/SIPSE)
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Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Hace tiempo, mientras hacía una investigación en el cenote 'Sabak-Ha' de Sacalum, vimos un enorme cardenal que cantaba a un costado de la gruta. Uno de los lugareños dijo: “Está esperando a Nicté-Ha”. Intrigado, pregunté a qué se refería, por lo me dijo que era por una antigua leyenda maya, que cuenta cómo un príncipe fue asesinado y convertido en cardenal.

Días después me puse a investigar y descubrí que esta leyenda ha sido publicada, incluso, en algunos libros fuera de la Península de Yucatán, por lo que a continuación comparto la parte principal de esta bonita historia digna de ser contada y que es parte de la cultura local.

En lo más profundo de la selva del Mayab había un reino maravilloso. El príncipe de ese reino se llamaba Chacdziedzib, que quiere decir "Pájaro Cardenal", y estaba enamorado con locura de la hija del guardián del Cenote Sagrado, Nicté-Ha, que quiere decir "Flor de Agua".

Chacdziedzib, el de la túnica roja, era querido y venerado por su pueblo porque era un guerrero valiente y gallardo que nunca fallaba con las flechas de su arco. Antes del amanecer, el príncipe buscaba a su amada en la orilla del Cenote Sagrado y el aire se colmaba de palabras de amor a Nicté-Ha cuando la aurora rompía el cielo con sus rayos de luz.

Un día, el Gran Sacerdote, convencido de que Chacdziedzib debía casarse con una hija de reyes, se opuso a su amor con Nicté-Ha y convocó a los grandes señores, que decidieron que la hija del guardián del Cenote Sagrado debía morir. El bufón de la corte había oído todo y, lleno de temor, se lo contó al príncipe, quien ordenó a su mejor guerrero ir en busca de la princesa y traerla al palacio real, donde la tomaría por esposa.

El noble guerrero salió a cumplir su misión, pero en la negra oscuridad de la noche unas manos asesinas le quitaron la vida y arrojaron su cuerpo a las espesuras. El bufón volvió a verlo todo.

Cuando el príncipe del manto rojo se enteró de lo sucedido, tomó su arco y se dirigió al Cenote Sagrado en busca de su amada. Esa noche de luna veló sus sueños bajo las ceibas.

Cuando al amanecer Nicté-Ha fue a mirarse a las aguas quietas de cenote, el príncipe se acercó a ella y la estrechó entre sus brazos.

Flecha asesina

La amaba con todas sus fuerzas. Pero de las sombras salió una flecha que atravesó el pecho de la doncella. Su cuerpo frágil y sin vida cayó y se hundió en las aguas del Cenote Sagrado, la morada de los dioses. El príncipe vio desaparecer el cuerpo de su amada. Sólo el vestido de Nicté-Ha quedó flotando en las tranquilas aguas del cenote.

Su dolor era profundo. Bañado en lágrimas pidió a los dioses piedad y compasión. Fue tanto su dolor, que el corazón se le hizo pedazos y cayó agonizante al borde del Cenote Sagrado, sobre un charco de sangre. Los dioses lo escucharon y enviaron al Señor de las Aguas y al Señor de los Pájaros. 

El Señor de las Aguas bajó a lo profundo del cenote y convirtió el cuerpo inerte de Nicté-Ha en un hermoso loto. El Señor de los Pájaros posó sus manos sobre el corazón del príncipe y lo convirtió en un hermoso pájaro cardenal, siempre sediento de amor.

Desde entonces, cuando despunta el alba, un pájaro rojo baja al Cenote Sagrado para cantar con trinos de amor sobre los abiertos cálices de los lotos. 

Se afirma que esto ocurre en varios cenotes de la Península, siendo el 'Sabak Ha' de Sacalum uno de los favoritos del príncipe debido a su tamaño. 

Así que si algún dia estás en un cenote y logras ver a un cardenal, es posible que se trate de el enamorado de Nicté-Ha.

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