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Bajo el mando de Gerónimo Gil, los selváticos están jugando con garra. (Jorge Acosta/Novedades Yucatán)
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William Sierra/Mérida
Justo lo que se necesita, batear a la hora oportuna y con otra buena salida de José Samayoa y el bullpen manteniéndose a la altura, Leones de Yucatán prolongó su dominio sobre Olmecas de Tabasco, 10-4, victoria que combinada con el tropiezo de Tigres ante Piratas se queda solo en la cima de la Zona Sur.

Los tabasqueños batearon mucha más que los selváticos, pero a diferencia de Yucatán no lo hicieron cuando debieron y, además, el relevo no aguantó la presión permitiendo siete registros.

Para las fieras fue su séptimo triunfo al hilo, siendo el equipo mejor embalado de la liga, lo cual se está dando en esta recta final que es cuando mejor se necesita.

Samayoa tuvo un desempeño eficiente, sirviendo chocolates a cada momento, incluso de los nueve que sirvió, cinco fueron en los dos primeros episodios. Admitió siete jits, tres de ellos dobles y consecutivos, en la sexta que se tradujeron en tres registros y que marcó su salida. Luego siguieron seis lanzados más permitiendo una única anotación.

Hay un adagio beisbolero: “contra el golpe y la base por bolas no hay defensa”. Bien, pues eso se reflejó muy pronto en la pizarra, en la misma primera entrada, cuando Marco Machado (derrotado) golpeó al primero en el orden, Jonathan Jones y le firmó pasaporte a Alex Liddi, ambos acabando en la registradora cuando ya había dos auts, tras wildpich y sencillo de Xavier Scruggs, respectivamente.

No tardó y los selváticos agregaron un registro más, igual cuando parecía que Machado colocaría la argolla, tras haber anestesiado a Sebastián Valle y José Juan Aguilar, Walter Ibarra disparó biangular y anotó con un batazo de Jones, débil, pero bien colocado.

Justo cuando se esperaba, los reyes de la selva armaron otra ofensiva, en la sexta, que les dio para dos anotaciones, aunque bien pudo dar para más pero una doble matanza, con la casa llena de Juárez, acabó todo.

Todavía vendría un último rugido más estremecedor, de cuatro carreras en la séptima, en la que tuvo que ver el desplome del pitcheo tabasqueño. Una anotación fue por wildpich, otra de caballito y las otras por el encendido de Jorge Flores que se fue de 5-4 y la otra por rola de Ibarra.

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