Manuel Pool/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Una pertinaz llovizna obliga a concluir antes de lo programado la visita de los cruceristas a Progreso.

Por la mañana, pero principalmente al iniciar la tarde, los fuertes vientos que se registraron en el malecón ocasionaron problemas a artesanos, masajistas y otros prestadores de servicios que lucharon por mantener en su lugar sus carpas, pero eran tan fuertes las ráfagas que en algunos casos hasta se rompieron.  El cielo se mantuvo nublado en la mayor parte de la jornada.

De acuerdo al reporte oficial, el Carnival Elation arribó a las cinco de la mañana con cinco minutos a la terminal remota procedente de Nueva Orleáns, trayendo a bordo a 2 mil 533 pasajeros, que paulatinamente fueron descendiendo para abordar los camiones que los trasladaron a tierra.    

Pese al mal tiempo, como es costumbre, después del mediodía cuando retornaron los tours de la capital yucateca y de las zonas arqueológicas cercanas, comenzó a tomar vida el malecón, donde algunos de los vendedores de artesanías reportaron una buena jornada en ventas, lo mismo que la demanda de usuarios en la "banana".

Numerosos bañistas disfrutaban animadamente de las aguas progreseñas que lucieron limpias, pese a que en la zona se apreciaba una ligera capa de sargazo que el mal tiempo sacó.

Lo malo es que con la llovizna prácticamente todos decidieron retornar al barco antes de lo programado, por lo que momentos antes de las dos de la tarde, en el bazar de artesanías los locatarios ya casi terminaban de empacar sus productos, y la empresa encargada de ofrecer de manera gratuita el retorno a la terminal remota mantenía en el lugar una camioneta con capacidad para 15 personas, que permanecía en guardia.

En medio de este chipi chipi, un grupo de visitantes emprendió una rápida caminata sobre la calle 80, pero a causa de lo mojado del piso una mujer resbaló y cayó al suelo de espaldas, al parecer golpeándose la cabeza y quedó inmóvil durante varios minutos.

Esto, dijo un testigo del incidente, motivó a que se pidiera el apoyo de la ambulancia de la Cruz Roja o de los paramédicos de la Policía Municipal, que a final de cuentas no llegaron.

Una vez repuesta, la mujer se incorporó y continuó su camino para abordar el transporte y retornar a la embarcación, que zarpó hacia Cozumel a las cuatro de la tarde.